La vacunación obligatoria contra el carbunclo rural dispuesta por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, ya cubrió el 80% de las cabezas de ganado a vacunar (mayores de 8 meses), lo que significa que se duplica el promedio de cobertura de los años anteriores
La decisión de profundizar la lucha contra esta enfermedad, adoptada por el Ministro de Asuntos Agrarios, Alejandro “Topo” Rodríguez, se enmarca en la Resolución 115/14, que fue rubricada en agosto pasado y refuerza la obligatoriedad de vacunar contra el Carbunclo Bacteridiano en la Provincia, tal como se había previsto en la Ley 6703 de 1961. Sin embargo, el nivel de cumplimiento efectivo de la normativa no superaba el 40%.
En ese sentido, el titular de la cartera agraria sostuvo que “es un esfuerzo conjunto de la Provincia de Buenos Aires y los productores, que tiene un impacto sustantivo en la prevención de una enfermedad que afecta a las personas. Además, la medida contribuye a la mejora permanente de la calidad de nuestra carne vacuna”.
La iniciativa, que apunta a prevenir el impacto que esta zoonosis, conocida como “grano malo”, genera tanto sobre la vida humana, principalmente la de trabajadores rurales, como en su producción. Otros de los factores que alentaron la medida fueron la existencia de una vacuna de probada eficiencia con excelente relación costo-beneficio y el satisfactorio rendimiento de la inoculación que se lleva adelante en el Partido de Azul desde hace 10 años.
La gran adhesión de los productores a esta Resolución se ve reflejada, también, en el significativo incremento en la demanda de dosis de vacunas, cuyo volumen de elaboración llegó a las 26 millones de unidades.
En la Provincia de Buenos Aires se registra un stock total de 18,5 millones de cabezas de ganado bovino, de las cuales 12 millones se encuentran en condiciones de ser vacunadas contra el carbunclo. Lo destacado es que, durante 2014, se logró inocular al 80% de ese rodeo.
El Director del Laboratorio Azul, experto en la materia y uno de los impulsores de la norma, Ramón Noseda, oportunamente brindó un completo informe con los resultados de las investigaciones sobre el impacto del carbunclo rural en el ganado bovino, que viene desarrollando desde 1977.
Dado el óptimo resultado de la campaña actual, Noseda indicó que “es un logro que, desde 1961, persiguen productores y veterinarios. Antes, el 12% de los bovinos morían súbitamente por esta causa (Bacillus Anthracis)”.
“Debemos continuar vacunando anualmente y seguir de cerca la evolución de esta zoonosis”, agregó.
Por su parte, el subsecretario de Agricultura y Ganadería del Ministerio de Asuntos Agrarios, Juan Ángel Cruz, aseguró que “el paso fundamental en la lucha contra el carbunclo es la capacitación. Esta enfermedad muchas veces no es reconocida a tiempo por el productor y por desconocimiento o ignorancia se incurren en errores fatales como, por ejemplo, cuerear al animal muerto. Por ello hay que capacitar a los ganaderos para que sepan cómo se debe manipular a un animal cuando ya contrajo la enfermedad”.
En tanto, la Presidenta de la Asociación de Productores y Agricultores del Sudoeste, Macarena Neyra, sostuvo: “estoy muy satisfecha con lo que se viene realizando. La idea es que los productores tomen consciencia de que con una vacuna muy barata se pueden ir eliminando enfermedades del ganado y tener rodeos más productivos”.
Cabe subrayar que la Resolución se adoptó en el marco de la Comisión Provincial de Sanidad Animal (COPROSA), órgano que funciona bajo la órbita del Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires y está conformada por especialistas técnicos y dirigentes rurales.
Durante los encuentros de la COPROSA, previos a la mencionada disposición, se analizaron los factores que promueven la aparición del carbunclo en los campos bonaerenses, tales como el clima, la humedad y el suelo, entre otros. También se abordó el sistema de alerta y respuesta ante epidemia natural o accidental que se implementa en Azul, como caso modelo.