Así lo informó el fiscal general de Guerrero, quien dio a conocer el resultado del análisis. El hecho se perfila como un fraude por el cual el propietario entregaba cenizas de otros cuerpos o arena, evitando cremar los que se le enviaban.
El funcionario dijo que se continúan tomando muestras de los huesos de los cuerpos para realizar la comparación genética con los familiares que han solicitado informes.
Asimismo, se está completando el expediente para emprender acciones legales contra el dueño del crematorio, Guillermo Stua, que es buscado por Interpol, afirmó.
“Se actuó de mala fe, se entregaban, según las declaraciones de testigos, cenizas que recogían del suelo”, afirmó el procurador.
El fiscal dijo que no se descarta una posible complicidad con funerarias y que el dueño sea en realidad un presta nombres.
Autoridades de la oficina de panteones y de la Secretaría de Seguridad Pública del estado deberán entregar un informe para determinar cuál fue la omisión que permitió la operación del crematorio.
Al menos 61 cadáveres fueron hallados en un crematorio ubicado donde en septiembre pasado desaparecieron 43 estudiantes, en un caso que mantiene repercusión mundial y mantiene bajo fuerte presión al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
El hallazgo fue posible por una llamada de los vecinos a las autoridades, que acudieron al crematorio situado en la ruta Cayacao-Puerto Marqués, y retiraron los restos humanos en vehículos del Servicio Médico Forense.
Según las fuentes, el olor fétido llamó la atención de los vecinos de esa zona, que llamaron por teléfono a las autoridades para alertarlas del caso, pues el recinto, llamado Cremaciones El Pacífico, estaba abandonado desde hacía un año.
Hasta el lugar se acercaron integrantes de las policías federal, estatal y ministerial, así como de la gendarmería, que acordonaron el área.
A media mañana terminaron de sacar los cadáveres en camilla y de llevárselos tapados con sábanas blancas al instituto forense local.
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