Una investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste comprobó un aumento de la presión ocular por la ingestión de Sildenafil, fármaco empleado en el tratamiento de la disfunción eréctil, pese a que en los prospectos no se indica como posible efecto secundario
Una investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste comprobó, primero en ovejas y luego en humanos, un aumento de la presión ocular por la ingestión de Sildenafil, fármaco empleado en el tratamiento de la disfunción eréctil, pese a que en los prospectos no se indica como posible efecto secundario. Los especialistas también advirtieron acerca del descenso de la presión arterial como consecuencia de la administración de este medicamento.
El Sildenafil es un fármaco de uso cada vez mayor en todas las franjas de edad y que despertó el interés médico y científico justamente por el incremento marcado en su consumo. Este fármaco es inhibidor de una enzima, la fosfodiesterasa 5, que degrada a su vez un nucleótido cíclico, el guanosín monofosfato cíclico (GMPc), responsable de la vasodilatación en diferentes sectores del cuerpo, aquellos donde existe la Fosfodiesterasa 5. De esa manera, incrementa el flujo de sangre en el interior del pene, siendo un fármaco de elección para el tratamiento de la disfunción eréctil.
Los resultados del estudio fueron publicados en la revista de la Asociación Internacional de Investigación Ocular (ISER), una de las más destacadas instituciones de Oftalmología a nivel mundial.
Atento a la presencia de fosfodiesterasa 5 en el ojo, un grupo de investigadores, en colaboración con la Escuela de Medicina del Monte Siani de Nueva York (USA) cuyo campo de trabajo es la oftalmología, se cuestionó la acción del Sildenafil en la visión.
“Si en la formación del humor acuoso, que determina la presión intraocular, está implicada esta enzima y el efecto del fármaco es la vasodilatación, considerábamos que podría modificarla” expresaron a Argentina Investiga el doctor Oscar Candia y la doctora Rosana Gerometta, directores del proyecto.
Explicaron que para el estudio se hicieron, primero, pruebas en ovejas y ante los resultados encontrados se resolvió probarlos en voluntarios humanos. En las pruebas en ovejas se administraron 100 miligramos por vía oral de Sildenafil y se midió la presión ocular antes y después de la administración del fármaco. Según lo observado, contrario al protocolo del prospecto, la presión ocular aumentaba en los animales por un término de hasta seis y ocho horas, que es el tiempo aproximado de duración del efecto del medicamento.
Observados los efectos en las ovejas, se diseñó un estudio con voluntarios humanos de distintas edades, previo consentimiento informado. Se les realizaron controles anteriores de la presión intraocular y, al mismo grupo de estudio, se le suministró Sildenafil 100 mg vía oral en una sesión y un placebo en otra.
“Comprobamos un incremento importante de la presión ocular en el grupo al que se le administró el fármaco” señaló Pablo Augusto Ramírez, becario de investigación a cargo de las pruebas en los voluntarios humanos. Detalló que la presión ocular pasó de 13.1 a 16.5 mm Hg a los ochenta minutos, siendo el pico más elevado registrado.
El aumento detectado en la presión ocular fue considerado estadísticamente relevante por los investigadores, quienes señalaron que la duración del aumento de la presión ocular coincidió con la duración del efecto farmacológico.
Los cambios hallados sobre la presión intraocular después de tomar Sildenafil no se presentaron cuando a los pacientes se les suministró placebo.
La doctora Gerometta señaló que, si bien no fue un objetivo central del estudio, en la investigación se observó, además, una baja en la presión arterial después del suministro del fármaco. Señaló que un descenso de la presión arterial sumado al incremento de la presión intraocular “no constituyen un indicador alentador”.
Explicó que los resultados indican la necesidad de avanzar en estudios más específicos para determinar el real impacto del Sildenafil en el aumento de la presión ocular. Es importante controlar la presión ocular en pacientes de edad avanzada que toman crónicamente Sildenafil como tratamiento de la hipertensión pulmonar, precisamente porque aumenta el flujo sanguíneo pulmonar.
Juan Monzón Gramajo
Departamento de Comunicación Institucional
Universidad Nacional del Nordeste.