Delicias francesas en un rincón de la costa riojana

En la localidad de Aguas Blancas del departamento Castro Barros, provincia de La Rioja, se encuentra la Finca El Huayco, un establecimiento tambero -caprino- con un restaurante donde es posible deleitarse con las elaboraciones gastronómicas que prepara su dueño, Michel Belin, un francés que parece salido de las conocidas historietas de Asterix.

Rodeado del encantador paisaje de la Costa riojana, este restó-bar-tambo tiene el toque francés que le imprime su dueño, quien llegó al país hace más de 20 años y tras varias peripecias recaló en este rincón de La Rioja llevado por el amor y el espíritu aventurero.

“De Aguas Blancas no me voy más. Yo no soy riojano, soy aguablanquense”, declara con su marcado acento galo y un físico que recuerda al simpático Obelix -el inseparable compañero de Asterix que poseía una fuerza sobrehumana-, nacido de la imaginación del gran historietista francés, René Goscinny, y dibujado por Albert Uderzo.

La finca se encuentra ubicada en el kilómetro 72 de la ruta nacional 75, donde se debe desviar por un pequeño camino de tierra desde donde se adivina el lugar, al que sus dueños, Michel e Irene -su mujer argentina-, le añadieron una cabaña para alojar al menos a cuatro personas.

“Primero vine a Buenos Aires por la privatización de Aguas Argentinas, y una vez terminado el contrato, a los 6 años quise regresar a Francia, pero como suele suceder en estos casos, me enamoré de una argentina y decidí quedarme”, realata Michel.

Llegó entonces el turno de dedicarse a la gastronomía, algo que traía en sus genes por su madre y su abuela que cocinaban delicias francesas en su Pau natal, por lo que concesionó el restaurante de la sede de la Alianza Francesa en la avenida Córdoba.

Más adelante abrió su propio restaurante, ‘Le Copain d’abord’, en la calle Bolívar, frente a la sede central de la agencia Télam, en el barrio porteño de San Telmo.

“Después nos casamos con Irene e hicimos negocio de artesanía, pero con De la Rúa nos fuimos todos para abajo. Seguí con el tema de las artesanías que enviaba a Francia. Hice muchas cosas en mi vida”, cuenta a Télam con la naturalidad del aventurero.

Michel abrió el primer negocio de artesanías en la provincia de La Rioja mientras vivía en Buenos Aires, se mudó con su mujer a San Antonio de Areco en donde también se trabajó en gastronomía en el restaurante de un amigo, hasta que finalmente decidieron radicarse definitivamente en la provincia riojana, de donde eran sus suegros.

En 2007, y casi por casualidad, pudo adquirir la casa -en su momento un rancho- y un terreno donde actualmente se encuentra su hogar, el pequeño restó, el tambo y una cabaña.

Los turistas que se llegan al lugar se sorprenden por las exquisiteces que se pueden degustar -todo producto de lo que le brinda la tierra- en un ambiente apacible y con música francesa de fondo.

“Acá había todos frutales, 14 higueras, nuez, ponelo, mandarina. De cada cosa que hay hacemos algo; de la mandarina y el pomelo, dulce y licor; de la nuez, el vino y dulce también”, explica mientras ofrece la degustación de sus productos, que también pueden ser adquiridos en el lugar.

Irene no sólo es su esposa y compañera, su mano derecha, sino también una gran cocinera, quien se encarga de la elaboración de los productos regionales que ofrece este parador, como dulce de leche de cabra, licor de leche de cabra, cabritos, quesos de cabra, dulces, licores, vino tinto con nuez verde, vinos, aceite de oliva extra virgen y aceitunas.

“Hay clientes que vienen cada 15 días, cada semana. Siempre vuelven, sobre todo cuando hay cabrito o cordero, empanadas y pizzas caseras. Por el momento abrimos viernes, sábado, domingo y lunes, y ahora estamos con ganas de preparar crepes, tanto dulces como salados”, añadió.

Uno de los manjares exclusivos de la Finca El Huayco es el helado de dulce de leche de cabra que según confiesa Michel: “es una locura mía que nació cuando vi una máquina con la que se podía hacer entre un kilo y un kilo y medio de helado. Es exquisito, pero no lo hacemos en gran cantidad, así que quienes vienen en el día justo, son los privilegiados de probarlo”.

“Todas las recetas son de mi abuela o de mi mamá. Cuando tengo problemas que me olvido de algo, la llamo o le envío un mensaje a Francia”, reconoce con orgullo.

El turista que quiera pasar un grato momento, de buena charla y mejor comida, no debe obviar este particular rincón de la costa riojana.

Como sobremesa, Michel y su pequeño Elías, su hijo adoptivo de 10 años al que califica como “un milagro que nos regaló la vida”, ofrecen un paseo hacia el tambo donde es posible ver como se trabaja con la veintena de cabras lecheras y otro tanto que se utilizan para la cocina.

Por la tarde, un café inseparable de este francés afincado, será el prólogo de un día lleno de sorpresas enmarcado en el paisaje inigualable de la geografía costera riojana.

http://www.telam.com.ar/notas/201504/103063-aguas-blancas-la-rioja-turismo-finca-el-huayco.html

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