Condenan a ex prosecretario del Juzgado Federal de Dolores por abuso sexual ultrajante a dos menores

La sentencia se dictó el pasado viernes en el Tribunal en lo Criminal nº 1.

Un funcionario de la Justicia Federal –que era Prosecretario del Juzgado Federal de Dolores, y quien desde hace cuatro años está suspendido en su función- fue condenado por el Dr. Carlos Colombo actuando como Juez unipersonal del Tribunal en lo Criminal nº 1 de Dolores, donde se lo juzgó por Abuso sexual gravemente ultrajante, hechos según el fallo perpetrados en nuestra ciudad y del que resultaron víctimas dos hermanas menores.

Este ha sido para la prensa un caso difícil y raro de seguir durante el proceso por la reserva que se le impuso, situación quizás por demás extraña por cuanto la ley ampara a las víctimas para preservar su identidad y no al victimario.

El expediente en su paso por la Cámara Penal de Dolores en octubre de 2012 algo nos hizo ya presagiar, ya que del voto del Dr. Sotelo al confirmar la elevación de la causa a juicio oral, señalaba que el Código “permite la realización del juicio a puertas cerradas, en casos en los que pueda verse afectada con su publicidad la moral, el derecho a la intimidad o por razones de seguridad”.

Y ese presagio se hizo realidad el pasado viernes y también ayer, ya que en el Tribunal donde se juzgó a Miguel Angel Lascano no se nos permitió leer la sentencia, fallo al que logramos igual acceder, aunque desde otra fuente de información.

El juicio oral se desarrolló durante la pasada semana y en el fallo el Dr. Colombo dio por legal y plenamente probado, que entre 2004 y 2006 en un domicilio de nuestra ciudad, un sujeto abusó sexualmente de dos menores que tenían al inicio de los hechos entre 12 y 7 años de edad.

En el juicio declararon las menores víctimas, quienes en forma clara y categórica sindicaron al procesado como autor de los hechos. También declararon familiares, amigo/as del imputado y distintos peritos, sosteniendo el Juez que se había logrado reunir elementos objetivos e indicios que permitían reprochar legalmente la conducta del imputado y rechazar el planteo de la defensa.

La Defensora en su alegato señaló contradicciones, errores o inconsistencia en las declaraciones recibidas durante el debate, en si mismas o de la confrontación con otras, pero para el Juez Colombo tales cuestionamientos no llegaban desvirtuar el plexo cargoso, “el cual debe ser analizado de manera conjunta o global, y no parcializado o fragmentado” dijo.

Sobre los testimonios de amigos/amigas del imputado respecto a su perfil social y familiar, y sobre la imposibilidad material que pudiera haber cometido los hechos, el Magistrado puntualizó, que “la circunstancia de que estos últimos lo ignoren no significa que el hecho no se haya producido”.

En cuanto a las dificultades más comunes “para entender el fenómeno del abuso infantil en general y de la dinámica del perpetrador en particular”, precisó que estos pueden tener “dos facetas diferentes, aún contradictorias, de personalidad, pueden coexistir y ser desplegados por una misma persona con la única condición de que esos aspectos incompatibles no contacten entre sí”. E indicó más adelante, “muchos están aceptablemente integrados a la comunidad, tiene sus familias, un trabajo, hacen deportes, miran televisión, van al cine. Pueden, también, ser profesionales y dirigir grupos de personas e incluso desempeñar actividades en las que tienen niños a cargo”. “Estas características –agregó-, junto a con la consternación que sentimos de solo pensar en acercamientos sexuales de un adulto hacia un niño, hacen que muchas veces nos resulte increíble o inaceptable el relato de la víctima”. “Parece que no se comprende que la principal característica de los violadores de niños y niñas es la doble fachada o la máscara, que oculta su verdadera cara” sentenció el Juez, remitiéndose a lo expresado por María Beatriz Müller en su obra “La máscara del abusador”.

Al valorar la pena a imponer y los agravantes, el Juez consideró que el Fiscal de Juicio Dr. Diego Torres había resaltado la condición del imputado de ex policía y por ser empleado judicial –del Fuero Federal como dijimos-, como también el daño causado a las victimas, la pluralidad de hechos, y el aprovechamiento de la confianza que existía entre familias.

Por todo ello resolvió condenar a Miguel Angel Lascano, de 62 años de edad, nacido en la Provincia de Córdoba y con domicilio actual en la ciudad de Tandil, a la pena de 9 años de prisión, por ser autor penalmente responsable del delito de“Abuso sexual gravemente ultrajante y Abuso sexual… en concurso real”.

Debemos consignar que el Fiscal Dr. Torres y el Dr. Federico Fourquet en representación del Particular Damnificado, pidieron la inmediata detención del condenado, solicitud que no fue receptada, ya que el Juez consideró que si bien la magnitud de la pena en expectativa constituye un parámetro válido para inferir el peligro de fuga, ello por sí solo no bastaba, debiendo tenerse presente las circunstancias personales del imputado, destacando que Lascano desde los inicios de la investigación siempre se había presentado a las requisitorias que se le formularon, y porque además ha cumplido con las obligaciones asumidas el tiempo de su excarcelación.

Foto: C.O.L. criterio On Line

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