¿Cómo llegó el Malbec a la Argentina?

La historia de la cepa que fracasó en su higar original de Burdeos y se transformó en el emblema argentino.

Domingo Faustino Sarmiento tuvo mucho que ver con la introducción del Malbec en Argentina. Durante uno de sus exilios en Santiago de Chile, el prócer vio cómo en el vecino país se habían importado vides y frutos desde Francia, por lo que recomendó a quienes gobernaban Mendoza en aquellos tiempos que siguieran el ejemplo.

Así arribó el Ingeniero Agrónomo Michel Aimé Pouget; pero no venía sólo: traía consigo un buen puñado de viñas de Cabernet Sauvignon, Merlot, Semillon y, claro, Malbec. A partir de ese momento se sucedieron varios hechos que involucraron a figuras veneradas de la vitivinicultura nacional, como Don Tiburcio Benegas, quien fomentó la industria del vino como fuente de recuperación de una economía mendocina devastada por el terremoto del 20 de marzo de 1861.

Finalmente, fueron Nicolà Catena, su hijo Domingo y su nuera Angélica Zapata quienes dieron el batacazo final, reuniéndose con enólogos de prestigio internacional como Pedro Marchevsky, Paul Hobbs y Jacques Lurton, quienes fueron decisivos en la constitución del perfil de vinos internacionales que hoy en día elabora la Argentina y que seducen al mundo entero.

Pero el momento decisivo para dar el golpe de gracia llegó en octubre de 2004, cuando el crítico norteamericano Robert Parker hizo una confesión que cambió radicalmente la mirada que el consumidor extranjero tenía de Argentina y sus vinos.

Sus dichos fueron publicados en la revista Food & Wine Magazine, junto a un listado de 12 “predicciones” que profetizaban el comportamiento del mercado mundial de vinos en los años siguientes.

Éstas fueron sus palabras: “Para el año 2015, la grandeza de los vinos argentinos elaborados a partir de la variedad Malbec será un hecho. Esta cepa francesa, que fracasó en su hogar original de Burdeos, ha alcanzado un increíble nivel de calidad en la Argentina.

Tanto los Malbec baratos como los otros de gran complejidad provenientes de viñedos de altura ya se están produciendo, y para el 2015 el lugar para esta uva largamente ignorada dentro del panteón de los grandes vinos está garantizado.”

Aunque parezca extraño, el poder inconmensurable que Parker tuvo para influir en la conducta de millones de consumidores ha sido una de las razones más precisas por las que se concretó el despegue internacional del Malbec y el fortalecimiento de la industria vitivinícola argentina en todo el mundo.

Fuente: MarianoBraga.com

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