Un bebé palestino murió calcinado en un ataque atribuido a colonos judíos ultraderechistas

 Cisjordania-
Los otros tres miembros de su familia resultaron gravemente heridos cuando encapuchados incendiaron su vivienda en la ocupada Cisjordania. El ataque causó estupor y rechazo internacional y será llevado a la Corte Penal Internacional (CPI), según anunció el presidente palestino Mahmoud Abbas.

Los encapuchados se infiltraron durante la madrugada en la aldea palestina, ubicada en Duma -cerca de varios asentamientos israelíes-, e incendiaron dos casas, según informaron testigos citados por el diario israelí Haaretz que identificaron al bebé fallecido como Ali Saad Dawabsha.

El padre rescató de la casa en llamas a su esposa y a su hija de cuatro años, pero no pudo socorrer al bebé, informó por su parte la agencia palestina de noticias Ma’an.

Los tres miembros de la familia supervivientes recibieron quemaduras en el 70% de su cuerpo.

En las paredes de las viviendas atacadas fueron pintados mensajes en idioma hebreo con la inscripción “el precio que hay que pagar”, “larga vida al Mesías” y “venganza”, firma usual de los activistas de extrema derecha en sus ataques contra palestinos y a lugares de culto musulmanes y cristianos.

Poco después de conocido el letal ataque, el presidente palestino Mahmud Abbas anunció que recurrirá a la Corte Penal Internacional (CPI) para que investigue los hechos y se juzgue a los responsables.

“Ya estamos preparando el expediente que presentaremos ante la CPI”, informó Abbas en una conferencia de prensa, donde agregó que también denunciará “los crímenes de guerra y contra la humanidad que los israelíes cometen diariamente contra el pueblo palestino”.

En su cuartel general en Ramallah, Abbas indicó que el ataque en que murió quemado el bebé no es sino un crimen más en una larga serie perpetrada por los colonos y el gobierno de Israel.

El mandatario exigió que Tel Aviv detenga inmediatamente la construcción de asentamientos y convocó a la comunidad internacional -especialmente a los Estados Unidos- a condenar a la dirigencia israelí.

Sentar a Israel en el banquillo de los acusados de la CPI es una de las políticas que puso en marcha la dirigencia palestina para enfrentar en el plano internacional las políticas de la ocupación israelí.

El canciller de la Autoridad Palestina, Riyad al Maliki, afirmó que Israel y la comunidad internacional debían definir como terroristas a los grupos de colonos que cometen este tipo de ataques “con precio a pagar”.

Al Maliki urgió al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a actuar contra este tipo de ataques contra civiles palestinos y agregó que el “repetido desconocimiento del terrorismo organizado de los colonos israelíes” es un “estigma de la comunidad internacional”.

Acusó además al gobierno israelí de tener “responsabilidad directa en el crimen debido a su silencio y al desconocimiento deliberado del carácter terrorista de estos grupos, a los que se niegan a clasificar como tales”.

Para Al Maliki, el ataque fue un claro resultado de la “incitación y odio” contra los palestinos que el gobierno israelí presenta todos los días en sus políticas, decisiones y leyes.

En la misma línea, el responsable de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, dijo que el pueblo palestino responsabiliza de estos asesinatos al Gobierno de Israel que “allanó el camino para este acto brutal” que es consecuencia del “odio creado e incentivado por este Gobierno y de la impunidad que ha garantizado la comunidad internacional”.
Erekat recordó que desde 2004 hubo más de 11.000 ataques de colonos contra propiedades palestinas.

El primer ministro israelí Benjamín Nentanyahu dijo estar “sorprendido” por el atentado, al que definió como un “acto de terrorismo en todos los aspectos”.

Netanyahu había declarado además que “el Estado de Israel toma una posición fuerte contra el terrorismo, más allá de quien sean los autores. He ordenado a las Fuerzas de Seguridad que utilicen todos los medios a su alcance para agarrar a los asesinos y llevarlos ante la Justicia”.

Además, la nota señala que el Gobierno israelí “está unido en su fuerte oposición a estos actos deplorables y horribles”.
Por último, Netanyahu envió sus condolencias, en nombre de los ciudadanos israelíes, a la familia de Alí Dawabsha, a la que desea una pronta recuperación, informó la agencia de noticias EFE.

Sin embargo, Al Maliki replicó que que los palestinos no aceptarán “ninguna condena oficial del crimen por parte de Israel: son directamente responsables por él, por el silencio que mantienen y por el desconocimiento deliberado del carácter de estos grupos (terroristas), a los que se niegan a definir como tales”.

En el enclave palestino ocupado, en tanto, las explosiones de angustia y dolor se extendieron por todo el territorio.

“Han matado a mis vecinos calcinándolos. No descarto una Tercera Intifada”, dijo Afsha Dawabsha, vecina de Duma, concentrada junto con medio centenar de mujeres cerca de la familia de las víctimas para llorarlas y mostrar su apoyo, citada por la agencia de noticias EFE.

“Nosotros no somos agresivos y mira lo que nos han hecho estos colonos violentos”, se lamentó mientras medio millar de hombres de la pequeña localidad de tres mil habitantes acudió a la oración de la mezquita al mediodía.

Los ataques tienen lugar después de una semana de protestas de colonos contra la demolición, ejecutada anteayer (miércoles) por el propio gobierno israelí, de dos edificios en el asentamiento de Bet El y la expulsión de cientos de colonos del de Samur, en el norte de Cisjordania, evacuado forzosamente hace diez años y al que exigían volver.

El presidente israelí, Reuvén Rivlin, prometió que “se encontrará a los asesinos” y mostró su voluntad de visitar hoy a los heridos.

Israel reforzó la seguridad desde primera hora de la mañana en Jerusalén, donde impidió la entrada a la Explanada de las Mezquitas a los varones palestinos de menos de 50 años para la oración del mediodía, y en Cisjordania y lugares de recreación o con asistencia masiva de israelíes en el fin de semana.

A última hora de la mañana se registró un ataque con disparos desde un coche contra un vehículo israelí en el Valle del Jordán, en el este de Cisjordania, en el que no hubo heridos.

La Unión Europea (UE) pidió hoy “total responsabilidad, una aplicación efectiva de la ley y cero tolerancia frente a la violencia de los colonos”, según señaló en un comunicado un portavoz de la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini.

El servicio dirigido por Mogherini declaró que el “asesinato a sangre fría del bebé palestino es un recordatorio trágico de la dramática situación en la región, que subraya la urgente necesidad de una solución política del conflicto israelí-palestino”.

La ONG israelí Betselem denunció hoy que “un niño quemado era solo cuestión de tiempo en vista de la política de no hacer cumplir la ley a los colonos violentos” y recordó que en muchos ataques pasados “la Policía ni siquiera se molestó en tomar medidas de investigación elementales”.

“El reloj avanza en la cuenta atrás para el siguiente ataque, y el que le seguirá”, advirtió la ONG

http://www.telam.com.ar/notas/201507/114692-israel-palestina-organizacion-para-la-liberacion-colonos.html

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