El vecino país registró un temblor de 8.3 grados en la escala de Richter que afectó la zona central. El movimiento repercutió en varias provincias argentinas.
Un fuerte sismo de 8.3 grados en la escala de Richter con epicentro en la región chilena de Coquimbo se sintió esta noche en al menos diez provincias argentinas y en la ciudad de Buenos Aires, donde varios edificios fueron autoevacuados.
Según el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile, el temblor fue de 8.3 grados de magnitud en la escala de Richter y tuvo su epicentro a unos 76 kilómetros al noroeste de Pichidangui, en Coquimbo, y generó un alerta de tsunami en toda la costa del país, que fue evacuada.
En las provincias andinas argentinas el sismo tuvo una magnitud de entre 5 y 6 grados en la escala Mercali Modificada (mide la intensidad con la que el sismo es percibida en cada lugar mientras que la de Richter mide la magnitud del siniestro por la cantidad de energía liberada) y de 3 grados de ésa misma escala en la Ciudad de Buenos Aires, indicó esta noche el técnico del el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), Mario Figueroa.
El terremoto “debe haber producido roturas y daños serios en la zona más cercana al epicentro, pero no tenemos informes de daños ni víctimas en San Juan, Mendoza, Buenos Aires ni en otros lugares de la Argentina”, dijo el especialista.
El fenómeno producido “por la interacción de las placas Sudamericana y de Nazca, generará réplicas durante varios días, posiblemente durante unas dos semanas, pero no del tamaño del primer movimiento”, advirtió.
El especialista indicó que “el terremoto se sintió en forma de sismo en casi toda la Argentina” y señaló que “incluso llegó a percibirse en ciudades como Rosario y Buenos Aires con baja intensidad”.
En algunos barrios porteños los vecinos reportaron el temblor a la oficina de Defensa Civil, que recibió más de 100 llamados en los que los vecinos alertaron que se corrieron muebles, parpadeaba la iluminación y vibraban las paredes.
Un vocero del organismo indicó que varios vecinos se autoevacuaron en los barrios de Puerto Madero, Belgrano, Lugano, Caballito y otras zonas donde se erigen altas torres, mientras que personal de Defensa Civil ayudó en la evacuación de un edificio en la intersección de Elcano y Cramer y de otro en Loria y Estados Unidos.
En tanto, en San Juan -a solo 357 kilómetros del epicentro- el sismo provocó una alarma generalizada en la población y la salida de servicio de prácticamente todas las comunicaciones, semáforos y líneas eléctricas, aunque hasta el momento no se registraron daños materiales ni víctimas.
En el centro de la ciudad capital, la gente se agolpó en las calles, alejándose de las construcciones y hasta los empleados abandonaron las casas de comercio, mientras que la policía detuvo el tránsito vehicular.
Allí las réplicas se siguieron sintiendo después de las 20 y las autoridades recomendaron no utilizar ascensores, sino escaleras en edificios altos, evitar los tendidos de líneas eléctricas y no correr para evitar accidentes.
Durante largos minutos, las comunicaciones por celular y por telefonía fija, quedaron interrumpidos, lo mismo que la Internet que se vio afectada por lo menos durante media hora después del terremoto.
Incluso pasadas las 20.30 aún había compañías de celulares que ofrecían un servicio limitado y la gente tenía problemas para comunicarse con sus familiares y amigos.
También salieron a la calle a buscar refugio fuera de las construcciones decenas de habitantes de La Rioja, donde muchos sintieron minutos después una réplica de importante intensidad.
En Córdoba, donde el movimiento se registró durante más de un minuto, muchas residentes de edificios se juntaron fuera de sus departamentos, inclusive vecinos de casas de una sola planta.
Lámparas colgantes como productos en exhibición de los negocios se transformaron en péndulos que reflejaban la intensa actividad de la tierra en movimiento, mientras mucha mercadería ubicada en góndolas de supermercados cayó de su lugar por la fuerza del temblor.
El temblor también se sintió en los edificios más altos de la capital de Chaco, por lo que inclusive se evacuaron algunos pisos de Casa de Gobierno, según dijo a Télam uno de los empleados que se autoevacuó junto a compañeros de trabajo.
“Se sintió un temblor y los pocos empleados que estábamos en el octavo piso, donde funciona el Ministerio de Salud, tomamos nuestros elementos personales carteras y teléfonos celulares, bajamos por las escaleras y nos reencontramos en la vereda”, dijo un agente de esa repartición.
También se sintieron temblores en Catamarca, donde las autoridades decidieron desalojar instituciones educativas y la Casa de Gobierno provincial fue evacuada, mientras que en el departamento de Belén cayó una medianera de gran altura, pero las autoridades no reportaron heridos.
También se autoevacuaron y ganaron las calles cientos de vecinos en Tucumán y en Corrientes (donde el temblor, leve, se sintió por unos 20 segundos) y en Mendoza donde no se registraron víctimas aunque reportaron dos casas con daños estructurales en el departamento de Tunuyán y una derrumbada en el departamento de Las Heras.
La placa de Nazca está en el fondo del mar chileno, mientras que la Sudamericana es el piso del continente sudamericano, y mantienen permanentemente una situación de tensión, producto del fenómeno conocido como “subducción” por el que una se va deslizando por debajo de la otra, provocando temblores de tierra permanentemente. Cuando se produce un desplazamiento violento entre ambas, ocurren los terremotos.
Telam