En el último día de la fiesta musulmana de Eid al Adha y en la víspera de la judía Sucot, jóvenes palestinos enfrentaron en la sagrada Explanada de las Mezquitas en Jerusalén a la Policía israelí, quien respondió con una nueva represión.
Tras semanas de tensión y una inédita represión policial en una zona considerada sagrada tanto para musulmanes como para judíos, decenas de jóvenes palestinos se encerraron dentro de la principal mezquita del complejo, Al Aqsa, y prometieron “defenderla” a horas del inicio de los ocho días de Sucot, una festividad judía que suele convocar a miles de fieles a ese lugar.
Antes del comienzo del último día de Eid al Adha y del rezo de la madrugada, la Policía israelí informó que un grupo de palestinos comenzó a “tirarles piedras y fuegos artificiales”, por lo que respondieron “con medios para dispersar disturbios”.
Para la Policía israelí, estos medios suelen incluir gases lacrimógenos, bombas de sonidos que aturden a cualquiera que esté en la zona y, desde hace unos días, balas de fuego.
Una vez más, la batalla campal en la puerta de Al Aqsa duró varias horas y para media mañana la situación ya se había calmado, informó una vocera policial, Luba Samri, quien agregó que los agentes antidisturbios
“Quiero aclarar que el Monte del Templo (como los judíos llaman a la Explanada de las Mezquitas) está en calma y que no ha sido cerrado. Está abierto a los creyentes musulmanes”, agregó la vocera policial.
Hoy es el último día de Eid al Adha, una festividad musulmana que atrae a miles de creyentes a rezar en la mezquita de Al Aqsa.
Pero esta noche también comienza Sucot, una festividad judía que está relacionada directamente con la actividad en el extinto templo bíblico, al que los israelitas peregrinaban anualmente en esta y otras dos fiestas, Pesaj (abril) y Shavuot (mayo-junio).
Por eso, se espera que miles de israelíes judíos vayan durante los siete días que dura Sucot a Jerusalén y a la zona lindante del Muro las Lamentaciones, con visitas matutinas a la Explanada de las Mezquitas.
Estas visitas, que crecieron dramáticamente en los últimos años y siempre bajo estrecha vigilancia policial, despiertan la indignación de los palestinos y de muchos musulmanes de la región, que consideran a ese lugar sagrado y una parte vital de Jerusalén este, la parte de la ciudad que la comunidad internacional reconoce como parte de un futuro Estado de Palestina.
El clima de tensión que se genera en la Explanada de las Mezquitas rápidamente se ha ido contagiando en el resto de los territorios palestinos ocupados, principalmente en la vecina Cisjordania, donde aún resuena el caso de una joven palestina que murió acribillada por las fuerzas israelíes en la ciudad de Hebrón.
En medio de este contexto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidió hoy al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, retomar de manera “inmediata” las conversaciones sobre el proceso de paz.
En una nota divulgada hoy, Netanyahu hizo un llamamiento al presidente del gobierno palestino para “volver inmediatamente a la mesa de negociaciones con el fin de avanzar en el proceso diplomático”.
Desde que se rompió el diálogo en 2014, la dirigencia palestina, apoyada por gran parte de la comunidad internacional, reclama que Israel deje de expandir sus colonias en los territorios ocupados antes de reanudar nuevas conversaciones de paz.
Sistemáticamente, el gobierno de Netanyahu se ha negado a hacerlo y actualmente se estima que alrededor de medio millón de colonos israelíes judíos viven en asentamientos, considerados ilegales por el mundo entero, en Cisjordania y Jerusalén este.
Telam