El Globo llegó a la primera final internacional de su historia al eliminar al vigente campeón en semis, tras igualar 2 a 2 luego del 1-0 en el Monumental. El próximo miércoles recibe a Independiente Santa Fe, por la final.
Huracán llegó a la primera final internacional de su historia al eliminar al vigente campeón River Plate en semis, esta vez tras igualar 2 a 2 luego del 1-0 en el Monumental, con lo que el próximo miércoles estará recibiendo a Independiente Santa Fe, de Bogotá, en el cotejo de ida de la definición del certamen.
Todo empezó bien para Huracán porque ya a los dos minutos estaba en ventaja mediante un tanto del ex River Patricio Toranzo, que aprovechó al máximo una falla defensiva compartida entre el arquero Marcelo Barovero y el zaguero Jonatan Maidana.
A partir de esa instancia se vio lo mejor del “Globo” en el partido y, por contrapartida, lo peor de River, que sufrió el nuevo planteo exhibido hoy por su entrenador, Marcelo Gallardo, que a la rápida luz de los hechos constituyó un error que debió corregir en el segundo período.
Pero además los jugadores de River, especialmente Matías Kranevitter y Carlos Sánchez, ya vendidos, parecían estar en otra cosa, y eso lo padeció el conjunto visitante.
Huracán, en tanto, lució enfocado en su objetivo y no dejó de presionar a su rival y atacarlo con habilitaciones profundas después de buenos controles que tenían como destinatario a Ramón Abila, la figura del partido en ese primer tiempo.
Por eso no extrañó que a los 25 minutos “Wanchope” se anticipara a Barovero tras una precisa habilitación de Mauro Bogado y definiera de cabeza con el arco vacío, presagiando una noche nefasta y hasta con visos de goleada para los riverplatenses.
Y de hecho toda esta impresión estuvo a punto de capitalizarse en los 20 minutos que faltaban hasta el epílogo de esa primera etapa, pero Huracán careció de un poco más de fineza en la última puntada para liquidar todo en 45 minutos. Después lo iba a pagar caro.
Es que en el arranque del período final Gallardo corrigió su error al colocar a los ex Newell’s Milton Casco y Lionel Vangioni por derecha e izquierda respectivamente, armando un 3-4-1-2, con Sánchez como enganche, que flaqueó también por los costados.
Por eso el ‘Muñeco’ prescindió de ambos para poner en sus lugares a Camilo Mayada y Gonzalo Rodríguez, un ex Huracán muy silbado por la parcialidad local, tanto como luego fue aplaudido Luis González, otro “ex quemero”, que debió reemplazar “de urgencia” a Leonardo Ponzio después que una descalificadora infracción desde atrás dejara fuera de acción a Cristian Espinoza y a él al borde de la tarjeta roja.
Y en la jugada siguiente a esa variante River llegó al descuento con un golazo de media distancia del uruguayo Rodrigo Mora que se clavó en el ángulo superior izquierdo del arco defendido por Marcos Díaz.
Esta conquista y un mejoramiento en la aplicación del sistema impulsó a River hacia delante y colocó a Huracán contra las cuerdas, aunque aún con el empate clasificaba a la final, ya que River necesitaba inevitablemente del triunfo.
Por eso cuando Mora volvió a anotar faltando más de 10 minutos por jugar con descuento y todo, el temor generalizado invadió Parque de los Patricios y la posibilidad de que se esfumara un sueño con ribetes históricos se volvió tangible.
Pero allí fue River el que mostró imperfecciones para acercarse a la conquista que cambiara la historia y los nervios terminaron jugándole curiosamente una mala pasada al visitante, al punto que Sánchez se hizo expulsar irresponsablemente al aplicarle un puñetazo a un alcanzapelotas (el chico le devolvió el golpe), sufriendo una sanción a futuro de carácter internacional antes del Mundial de Clubes.
Justamente un certamen éste en el que River parece haber metido la cabeza y el cuerpo desde hace rato y que hoy lo dejó fuera de una final en la que iba a defender el título alcanzado el año pasado.
Ahora le tocará a Huracán, que esta noche se hizo acreedor a la clasificación por lo realizado en el primer tiempo, defender al fútbol argentino en la final ante Independiente Santa Fe (eliminó anoche en la otra semifinal a Sportivo Luqueño, de Paraguay) empezando el miércoles que viene nuevamente en el Tomás A. Ducó y cerrando el 9 de diciembre en el estadio El Campín, de Bogotá.
Hacia allí volará este “Globo” que acaba de salvarse hace un puñado de días del descenso en la primera división del fútbol argentino y hoy vuela hacia la primera final internacional de su historia con sueños de gloria inéditos pero palpables, un poco por su fútbol y mucho por su esfuerzo y su fe.
Telam