-NOTA DE OPINION-
Por RAMIRO GUTIERREZ (*)
El que cabalga sobre un Tigre no se baja cuando quiere dice un proverbio chino. Scioli nunca condujo, ni depuró la policía bonaerense, ni el servicio penitenciario, ahora le será muy difícil desligarse de una relación carnal con fuerzas altamente contaminadas y en verdadero estado de autocontrol.
Hace nueve días que una puerta del penal de Alvear se abrió para que tres asesinos condenados a perpetua salieran sin problemas a la vía pública, demostrando no sólo que la máxima seguridad es una ficción sino que hay muchos involucrados dispuestos a pagar el precio de ser removidos o enjuiciados por colaborar con homicidas a plena luz del día.
Dieciséis millones de personas viven en la provincia de Buenos Aires, puede ser el Estado con más potencial para la recuperación de la Argentina o el mercado más interesante para potentes organizaciones criminales. Algunos se esfuerzan por apropiarse y obtener la máxima rentabilidad de ese mercado, donde el delito y la corrupción pública son hermanos inseparables.
Para dimensionarlo en plenitud debemos saber que hay dos palabras aún más importantes que la propia droga, una es “ciclo” y la otra es “precursor”.
En nuestro territorio y no por casualidad sino por complicidad se hace todo el ciclo de la narcocriminalidad. Desde la cocina de la droga natural o sintética, pasando por la distribución, comercialización y contrabando de droga y precursores, hasta el lavado del dinero proveniente del negocio negro más rentable de la región.
Un día empecé a preguntarme porque el Ministro de Salud no interpelaba al de Seguridad, si la adicción a las sustancias estupefacientes y psicotrópicas se había transformado en una pandemia. La respuesta pese a ser evidente no se divisa, en la provincia de Buenos Aires se llevan el dinero y nos dejan los adictos.
La droga no es “mana” que cae del cielo alguien la distribuye, la vende y necesita siempre de la mayor cantidad de adictos con dinero en efectivo en su mano. Curar al enfermo no es una opción ni para el marcado ilícito ni para el gobierno, que bajo la voz insignia de Aníbal Fernández nos propuso como acción ejecutiva liberar el consumo de cualquier tipo de drogas.
Por qué el precursor es más importante que la droga misma?, por varias razones. Primero la droga sintética es más rápida de producir, más fácil de trasladar y de vender, hay más variedades y sus lugares de producción pueden ser cualquier baño de un departamento de un ambiente.
La Argentina es un país de bandera blanca; no sólo no combate el tránsito de precursores, sino que lo ha fomentado
En los tiempos que se acercan la guerra no será contra el “gramo”, es decir cubriendo rutas como la de la cocaína, sino contra el “miligramo” y la Argentina es un país de bandera blanca, no sólo no combate el tráfico de precursores sino que ha fomentado el tránsito, uso, venta, exportación y rentabilidad de un producto que hoy no presenta techo comercial.
Si por un instante pudiéramos mirar tras los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci, sin dudas veríamos muchas de las cosas de las que hemos hablado. Por supuesto que el mercado ilícito y sus actores se defenderán, aun matando o atentando contra los poderes instituidos.
Es un problema que requerirá de tiempo, transparencia y firmeza. No hay solución si no hay sistema, integridad en los funcionarios y voluntad política global de sostenerlo. En esta encomienda el compromiso del Poder Judicial con la paz social y la erradicación de la impunidad debe ser total.
Algunas propuestas a considerar: nuevo código penal y procesal penal (delito de corrupción y mega corrupción, tráfico de precursores, cumplimiento integral de la pena, etc.), ley de extinción de dominio (en menos de 40 días el Estado puede confiscar los bienes del narco y del corrupto), ley de seguridad ampliada que permita convocar en tareas de secado de frontera y colaboración a las fuerzas armadas, ley de defensa del espacio aéreo (derribo), ley de deportación de narcotraficantes y sicarios extranjeros, entrega vigilada, agentes encubiertos y provocadores, redistribución de la policía y fuerzas federales, fiscalías especiales y juzgados penales en zonas calientes, nuevos objetivos de alto impacto para la inteligencia criminal, construcción de Supermáx (cárceles de súper máxima seguridad, en régimen y tecnología), etc.
Todas estas herramientas que Sergio Massa ha presentado en el Congreso de la Nación y ha ofrecido a nuestros gobernantes, deberán debatirse en forma urgente para poder aplicase con el máximo rigor.
Tema vital será la mirada interna a las entrañas de las fuerzas de seguridad bonaerense y la necesidad de un paraguas político total que blinde las decisiones operativas de la nueva conducción. La deconstrucción ha sido intencionada, larga e intensa, volver a reconstruir el sistema de seguridad provincial será tal vez la tarea más difícil que debe enfrentar el gobierno actual, sin embargo y aun en la complejidad del tema la última instancia siempre es binaria, la vereda de la ley o la sombra de la cárcel.
(*) Diputado provincial por el Frente Renovador
(publicada en el Diario El Día de La PLata el 8/1/16)
