El Globo dominó el partido y venció al Ciclón por 3-1, en un clásico de barrio que volvió a jugarse en Mar del Plata después de 42 años.
Los goles del equipo que dirige Eduardo Domínguez los convirtieron el mediocampista Daniel Montenegro (44m. PT), el delantero Ramón Ábila (7m. ST) y el defensor Matías Caruzzo, en contra (11m. ST); en tanto que para el conjunto de Pablo Guede, que terminó con diez por la expulsión del enganche Sebastián Blanco (39m. ST), descontó el volante Facundo Quignon (32m. ST).
El clásico, de un desarrollo más que atractivo, contó con un fuerte operativo de seguridad por los antecedentes de violencia entre ambas hinchadas.
La última ocasión en la que convivieron ambas parcialidades en un mismo estadio fue en la goleada que le propinó San Lorenzo a Huracán por 3-0, en el Nuevo Gasómetro, en el torneo Clausura 2011.
Es que el año pasado, tras el regreso del ‘Globo’ a Primera División, se enfrentaron en dos oportunidades pero sólo con público local y las victorias fueron repartidas: 3-1 para el ‘Ciclón’, en el Bajo Flores, y 1-0 para los ‘Quemeros’ Huracán, en Parque de los Patricios.
Y en Mar del Plata no jugaban desde el verano de 1974, ocasión en la que los ‘quemeros’ se impusieron por 2-1 con tantos de Roque Avallay y Miguel Ángel Brindisi. Antonio García Ameijenda fue autor del tanto ‘azulgrana’.
La historia se repitió en el inicio del 2016, aunque con un partido raro, en el que San Lorenzo fue superior en el primer tiempo, en el que se fue en desventaja por el golazo de tiro libre de Montenegro, a los 44 minutos.
El equipo dirigido por Pablo Guede, con un 4-1-4-1, tuvo una mayor tenencia de la pelota, fue más profundo en ataque y además contó con las chances de gol más claras. Pero no las plasmó en el marcador.
Huracán, con un 4-2-3-1, aprovechó muy bien su momento en el final de la primera etapa y en el comienzo de la segunda liquidó el clásico con una preciosa definición de Ábila, a los 7m.. Y casi de inmediato hubo un gol en contra de Caruzzo, a los 11m., que ensanchó la diferencia.
Antes y después, San Lorenzo, chocó con la enorme figura de Marcos Díaz, el arquero ‘quemero’, pero también con su falta de puntería, más allá del descuento de Quignon, a los 32 minutos.
Pero lo más preocupante para el DT Guede fue la enorme cantidad de errores en defensa, algo que fue determinante para la victoria de Huracán.
Domínguez, además de la alegría por ganar otro clásico (el segundo consecutivo como DT), se llevó un par de buenos rendimientos de sus jugadores, como los de Díaz, Mariano González y Montenegro, aunque también varios aspectos del juego para corregir, especialmente en defensa.
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