Piñas y patadas en la cara: batalla campal entre los jugadores de Estudiantes y Gimnasia

Dos expulsiones desataron una bochornosa gresca. Primero le mostraron mal la roja a Bolgona por una mano que no existió y luego se fue a las duchas Ascacibar por una falta de atrás. Esto descontroló todo y los jugadores terminaron protagonizando una vergonzosa pelea callejera. Andújar lanzó trompadas para todos lados y Mazzola lo agarró a patadas en la cara cuando cayó.

Como está sabiendo suceder en los últimos clásicos de La Plata, Estudiantes y Gimnasia comenzaron luchando más de lo que jugaron. En el José María Minella la temperatura se fue elevando de a poco por la dureza con que se afrontó el amistoso, que de tal no tuvo nada. Tal fue así que la primera etapa culminó con un caliente cruce entre Leandro Desábato y Roberto Brum.

Ya antes de iniciarse el complemento la cuota de repudio la aportaron las tribunas. Más precisamente la del ‘Lobo’, que demoró la reanudación del juego cerca de diez minutos por haber mostrado varias banderas del ‘Pincha’ (situación que se volvió a repetir en el trascurso de la segunda etapa).

Y no demoró en trasladarse la calentura al campo de juego. Fue apenas a los diez minutos cuando Álvaro Pereira vio la tarjeta roja por una criminal patada, cual karateca, que dejó inconsciente a un Facundo Oreja que fue retirado del campo de juego en ambulancia.

Sobre el final, todo se terminó de desmadrar. A los 45 minutos fue mal expulsado Enrique Bologna, ya que le cobraron mano fuera del área cuando en realidad la redonda le había dado en el pecho. Luego de las vanas protestas ‘triperas’, el juego continuó y el que se fue a las duchas fue Santiago Ascacíbar por una dura entrada desde atrás.
Fue entonces cuando se comenzó a gestar el bochorno. Suplentes y cuerpos técnicos invadieron la cancha y el control se perdió pro completo: a Israel Damonte le lanzaron un golpe a traición, Mariano Andújar se plantó y comenzó a tirar piñas en cuanto rostro rival se le cruzaba, pero al caer al piso fue Mazzola quien lo agarró a patadas en la cara.
¿El juego? Bien, gracias. Un bochorno…
Infobae.

 

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