La lucha de Octavio Vignolio y su esposa Victoria Balda por reencontrarse con Titi su hijo del corazón, que la Justicia de Dolores dio a otra familia en adopción, no tiene fin.
En un intento desesperado para que la Justicia reconsidere su situación, Octavio, que no es atleta y solo corre “por Titi”, se lanzó a la ruta a unir los 150 kilómetros que separan a Balcarce de General Guido, donde vive actualmente el pequeño, sólo con el propósito, de que su reclamo sea escuchado por la justicia.
Éste sábado, absolutamente extenuado, finalmente Octavio Vignolio acompañado por familiares y amigos, arribó a Gral. Guido donde plantó una bandera que rezaba: ¡Queremos ver a Titi!. En ese momento se fundió en un cálido abrazo con su esposa Victoria y en un desgarrador llanto que conmovió a todos los que estaban en el lugar. Pudimos observar que los acompañaban vecinos de Dolores y Gral. Guido como también de Balcarce.
Mientras llevan adelante una batalla legal para recuperar al pequeño, el matrimonio reclama por lo pronto que le levanten la restricción judicial.
Hay familias que se forman por lazos de sangre, pero otras como ésta, se forman exclusivamente desde el verdadero amor.
C.O.L Criterio On Line desde Gral. Guido.
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