Siria arde ante la inacción mundial y la desazón de la ONU

La ONU suspendió este martes todas sus operaciones humanitarias en Siria tras un letal ataque contra una caravana de camiones cargados con ayuda, que dejó unos 20 civiles muertos y que pareció marcar el inicio de una fase aún más oscura.

En una “atmósfera bastante pesada”, los cancilleres de Rusia y Estados Unidos, además de sus pares de más de una decena de países árabes y europeos, discutieron en el encuentro en Nueva York el deterioro de la situación en Siria y formas de salvar una breve alto el fuego que empezó a colapsar el fin de semana pasado.

“Justo cuando pensamos que las cosas no pueden estar peor, la barra de la depravación cae más bajo”, dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al denunciar el ataque, que ocurrió el lunes por la noche horas después de que el Ejército sirio pusiera fin a una débil tregua que había comenzado a regir la semana pasada.

Estados Unidos acusó este martes a la aviación de Rusia o Siria de haber estado detrás del bombardeo al convoy en la norteña provincia siria de Alepo, pero Moscú afirmó que no hubo un ataque aéreo en la zona y pareció insinuar, tras publicar un video del convoy, que se trató de un enfrentamiento entre insurgentes.

En respuesta, la ONU suspendió sus envíos de ayuda humanitaria, y horas después activistas opositores denunciaron que el Ejército lanzó una ofensiva en el norte de Alepo, incluyendo una treintena de bombardeos aéreos, para reforzar el sitio a las partes de la mayor ciudad siria controladas por los rebeldes.

Pese a todo, los diplomáticos reunidos en Nueva York, encabezados por los cancilleres John Kerry y Serguei Lavrov, de Estados Unidos y Rusia, respectivamente, insistieron en que el alto el fuego no estaba muerto, reafirmando una fracasada estrategia que no parece impresionar a muchos ni convencer a nadie.

Incluso varios ministros participantes del encuentro del llamado Grupo Internacional de Apoyo para Siria (GIAS) no ocultaron su pesimismo después de la reunión.

Las conversaciones, que está previsto continúen durante la semana, incluyendo una reunión del Consejo de Segurdidad de la ONU, fueron convocadas por Kerry aprovechando la presencia de los miembros del GIAS en Nueva York con motivo del debate anual de la Asamblea General de la ONU, que comenzó el lunes.

Las metas de la reunión eran modestas, centradas en aferrarse a la tregua, que había sido acordada por Washington y Moscú la semana pasada pero que nunca, pese a una reducción de la violencia, permitió concertar su objetivo prioritario: que la ONU distribuyera ayuda en Alepo y otras zonas sitiadas.

Atrás quedaron las ambiciones más grandes de forjar un pacto de cooperación militar entre Estados Unidos y Rusia para pelear contra los grupos yihadistas Estado Islámico (EI) y Al Qaeda, algo que, según el acuerdo, debía comenzar este martes.

“El alto el fuego no está muerto”, insistió Kerry tras el encuentro, y agregó que en las discusiones de esta semana se sopesarán “pasos específicos” sobre los que no dio detalles, informó la cadena CNN.

El presidente Barack Obama respaldó poco después a su secretario de Estado en su discurso ante la Asamblea General de la ONU, en el que dijo que la guerra en Siria no puede ganarse militarmente y llamó a las naciones a continuar el “trabajo duro” de la diplomacia.

La reunión en Nueva York duró menos de una hora, y varios participantes dijeron que el clima fue tenso.

Al igual que la tregua, la relación entre Estados Unidos y Rusia, que apoya al gobierno sirio, ya se había resentido mucho el fin de semana pasado luego de un ataque aéreo estadounidense que mató a decenas de soldados sirios, y que según Washington se trató de un “error”.

“Fue un encuentro bastante dramático, el humor era sombrío. ¿Hay esperanza? Aún no puedo responder, pero deberíamos hacer todo lo que podamos”, dijo el canciller francés Jean-Marc Ayrault.

“La negociación ruso-estadounidense ha llegado a su límite. Quedan muchas cosas por discutir. Los rusos y los estadounidenses no pueden hacerlo solos”, agregó.

En su discurso ante la Asamblea General,el presidente francés, Francois Hollande, llamó a la ONU a tomar medidas urgentes para detener la violencia en Siria.

En tanto, los bombardeos y los combates continuaron este martes en Siria, donde ya han muerto más de 300.000 personas desde el comienzo de la crisis, en marzo de 2011, con una ola de protestas contra el gobierno sirio duramente reprimidas por su presidente, Bashar al Assad.

La ONG pro oposición siria Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que 27 barriles bomba -explosivos de baja precisión mezclados con fragmentos de metal- fueron lanzados este martes sobre la ciudad de Alepo.

El ataque del lunes al convoy de ayuda humanitaria provocó indignación entre otros funcionarios de la ONU además de Ban, entre ellos el jefe de la Oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria (OCHA), Stephen O’Brien, quien dijo que, si se prueba que fue deliberado, “constituiría un crimen de guerra”.

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja dijo que el ataque en el poblado de Auram al Kubra, al norte de Alepo, destruyó al menos 18 de los 31 vehículos del convoy y un depósito de la Cruz Roja.

Funcionarios estadounidenses que no fueron identificados acusaron a Rusia o a Siria del ataque al convoy, en declaraciones a varios medios internacionales.

Rusia rechazó las imputaciones oficialmente. El portavoz oficial del ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, declaró este martes que ni aviones de su país, ni de Siria, llevaron a cabo ataque alguno contra el convoy humanitario de la ONU.

Explicó que al estudiar con detenimiento las imágenes del convoy destruido, expertos rusos “no encontraron ningún indicio del impacto de ningún tipo de proyectil sobre la columna de vehículos”.

Lo que se ve en las imágenes, “es consecuencia directa del incendio de la carga”, prosiguió, y añadió que misteriosamente empezó de forma simultánea con una ofensiva sobre Alepo de la rama siria del grupo Al Qaeda, que es enemiga de muchos grupos rebeldes de los varios apoyados por Washington.

Más tarde, Rusia publicó un video en el que se ve cómo un vehículo rebelde equipado con un mortero de gran calibre escolta al convoy de la ONU que sufrió el ataque.

“En el video se ve con claridad cómo los terroristas despliegan junto a la columna una camioneta con un mortero de gran calibre”, dijo Konashenkov, para luego afirmar que el vehículo rebelde abrió fuego, en lo que pareció una insinuación de que lo hizo contra los combatientes de Al Qaeda.

http://www.telam.com.ar/notas/201609/163797-siria-fin-alto-fuego-tregua-ataque-ayuda-humanitaria-onu-estados-unidos-rusia-alepo.html

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