La “imprevisibilidad humana” es fundamental para la ambiciosa prueba que se realizará el próximo 30 de noviembre
El Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), un laboratorio español que coordina el proyecto mundial “BIG Bell Test” (BBT), está buscando la participación masiva de personas de todo el mundo para una serie de experimentos de física cuántica. Con 30 mil voluntarios, el estudio se asegurará la efectividad y la independencia estadística.
¿Qué quiere probar el ICFO? Que el acto de observar puede cambiar “la realidad”. Niels Bohr, referente en la mecánica cuántica, afirmó que incluso las variables observables como “la posición” no tienen sentido hasta que alguien lo mide. Esto implicaría que al observar un átomo se modificaría su comportamiento (para más información visitar su sitio web).
La comunidad de BBT considera que hay aspectos de la realidad física que sólo se pueden conocer si se formulan a la naturaleza preguntas aleatorias, impredecibles, y por eso se dedican a incorporar lo aleatorio del comportamiento humano a ciertos experimentos de física.
Para el experimento del próximo 30 de noviembre, le solicitarán a los voluntarios que participen de un videojuego, creado específicamente para el proyecto, en el que tendrán el reto de crear una secuencia de ceros (0) y unos (1) lo más rápido posible.
El ICFO se encargará de repartir en tiempo real la aleatoriedad generada a diversos “test de Bell” (y experimentos relacionados) de todo el mundo. Paralelamente, repartirán números provenientes de un generador de números aleatorios de origen físico que ellos mismos diseñaron y crearon.
Los flujos de bits contribuirán a los estudios de los laboratorios, que previamente tendrán listas las partículas cuánticas entrelazadas elegidas: electrones, fotones, átomos y superconductores.
El objetivo fundamental es demostrar que las decisiones humanas pueden contribuir a la ciencia fundamental, y a la vez, realizar una prueba científica inédita. Consigna El Dia.
