En un homenaje a su padre a seis años de su fallecimiento, el diputado cargó duramente contra el Gobierno, al que acusó de tomar decisiones “siempre en contra del pueblo”.
Además de presentar sus primeros proyectos legislativos desde que ocupa una banca, el diputado nacional Máximo Kirchner encabezó en el aniversario de la muerte de su padre un homenaje a Néstor Kirchner, en el que pronunció un discurso de claro contenido político.
El legislador nacional le habló al Gobierno y también al resto del peronismo. Al presidente Mauricio Macri, le reclamó escuchar “a la gente y no a sus asesores”. Al peronismo le advirtió que “no necesita un debate interno”, sino “un debate de cara a su pueblo”.
Muy crítico de esta gestión, sostuvo que el gobierno “se olvida de las mayorías y privilegia a las minorías”. Aseguró que “el pueblo se ordena solo cuando está contento”, y reprochó: “No hay que tenerle miedo (al pueblo) ni inventar viajes en colectivo; no hay que caer en la gilada”.
Al encabezar un acto en la plaza Villa Palito, de San Justo, partido de La Matanza, Kirchner sostuvo que “gobernar los destinos de un país no es soplar y hacer botella”. Aseguró que “nadie le dice al presidente que es fácil, pero si las decisiones que toma van siempre en contra del pueblo no puede reclamar entonces que nosotros no queramos representar a quienes tenemos que representar. No se puede dejar a los trabajadores fuera del mapa”.
Le reclamó al presidente “que gobierne para todos los argentinos, que sea más humilde y escuche a la gente que no la está pasando bien”.
Muy cerca estaban la intendenta local, Verónica Magario, y el exgobernador y excandidato presidencial Daniel Scioli, a quien elogió en un pasaje de su discurso.
Elogió también a Florencio Randazzo, al que definió como “un buen compañero al que ya se le va a pasar el enojo”.
Sobre el peronismo, dijo que “necesita un debate de cara a su pueblo; no unidad en los despachos, sino unidad en la acción para defender a la gente y no defender a los dirigentes”.
Kirchner al fin, Máximo no obvió hablar de Clarín, cuando se refirió a los casos de corrupción que avanzan en la Justicia y que involucran a sus padres y a varios funcionarios kirchneristas, y señaló que “no nos venga a correr (Héctor) Magnetto (Ceo del grupo Clarín) con la vaina de la corrupción, siendo ellos los mismos que recibieron de la mano de (Jorge Rafael) Videla la empresa Papel Prensa”.
Sin nombrarlo, le apuntó a Sergio Massa al señalar que “a mí también me hubiera gustado ser intendente de Tigre con Néstor y Cristina… Hay que ser agradecido en la vida cuando te dieron todo, más cuando se habla del pasado”.
En el pasaje destinado a la autocrítica reconoció que “en estos doce años no todo salió bien”, admitiendo que no lograron doblegar “a los formadores de precios y la cadena de producción”. Reprochó que “tampoco hubo apoyo de la oposición”.
Cuestionó la reforma electoral impulsada desde el Gobierno al señalar que “la calidad democrática no mejora por votar con una maquinita sino no mintiéndote en campaña o diciendo”.
Fiel a las críticas kirchneristas, también reprochó al Gobierno el nivel de endeudamiento, acusándolo de haber tomado en un año 30 mil millones de deuda “que no se sabe dónde van, mientras el pueblo se queda sin trabajo”.
Hubo muchos legisladores presentes, entre ellos los dipuados Héctor Recalde, Carlos Kunkel, Juliana Di Tullio y Eduardo Wado de Pedro.
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