“Estábamos frente a un claro intento de déjà vu de 2001”

Así lo advirtió Elisa Carrió, que habló de “un claro intento de desestabilización” que atribuyó al kirchnerismo y a la izquierda”. Seria advertencia por el acuerdo en la Capital entre Coti Nosiglia y Angelici.
La diputada nacional Elisa Carrió se manifestó “conforme a futuro” con la reforma previsional, al insistir en reivindicar los beneficios que traerá a mediano y largo plazo, y apuntó que el sistema previsional debe ser revisado en tres años, porque “el problema ya no es quiénes son los jubilados hoy, el problema es que nadie en la Argentina va a tener 30 años de aportes para jubilarse en los próximos 10 años”.

Respecto del bono compensatorio, lo calificó como “invención colectiva”; admitió que tras pedirlo, ella no había hablado con el presidente, pero le pareció que si no salía por la Presidencia iba a salir por el Parlamento. “En realidad no estaba la posibilidad del bono, la inventé ahí, en la sesión del jueves, como una manera de destrabar”, confesó al ser entrevistada por La Nación.

“Yo tenía que salvar al Parlamento, salvar una sesión, salvar la ley, cubrir al presidente y no traicionar a los jubilados. Estoy segura de que en dos años los jubilados nos van a agradecer”, apuntó.

Aseguró que estaba convencida de que “estábamos frente a un claro intento de déjà vu de 2001 en las acciones del Frente para la Victoria, en la actitud de los que atropellaron al presidente de la Cámara, era como un 2001 sin contexto”. Luego señaló respecto del decreto que se barajó para impulsar la reforma previsional, que aclaró que “bajo ningún concepto podrían hacerlo, y ahí me prefiguré clarísima la imagen de De la Rúa con el estado de sitio”.

“Teníamos que hacer funcionar el Parlamento, y el DNU era una derrota del Parlamento y la democracia. La verdad es que el presidente hubiera pagado un precio altísimo por ese acto, de los que no se hubieran hecho cargo ninguno de los que lo asesoraban”, agregó.

Advirtió que al vaciar la autoridad presidencial, la misma queda lastimada; “después en marzo volvés a hacer movimientos con las paritarias, y así seguís hasta que tumbás”. Habló de “un claro intento de desestabilización”, que atribuyó al kirchnerismo y a la izquierda, porque “se cayó el sistema de impunidad”. Según Carrió, la detención de Julio De Vido “es un punto sin retorno, porque ahí todos se dieron cuenta de que la cosa iba en serio”.

Comparó la situación con el accionar de los carapintadas, y destacó que “el orden constitucional que se mantuvo con firmeza, con no violencia, desarmados prácticamente, son héroes los policías de la ciudad. Sacar a la Gendarmería también fue un acierto”.

Elisa Carrió dijo haber hablado con el presidente después de su tuit contra el DNU, y aseguró que “ahora está chochísimo, ayer hablamos, no me agradece porque es medio duro, pero está todo bárbaro”.

Admitió también cierta crítica respecto de la manera como se comunicó la reforma previsional, y cuestionó que “algunos sectores del Gobierno que dicen que no hay que comunicar”.


Por último, anticipó que “Calcaterra seguramente va a ir preso”, pero aclaró que eso no afecta al presidente. Empero, se manifestó preocupada por “algunos amigos explícitos que están en el juego, en el fútbol, en la política. Me aleja mucho de Cambiemos el acuerdo en la Capital entre Coti Nosiglia y Angelici”.

“Ellos sabrán lo que hacen y yo sabré lo que haga”, advirtió para señalar luego que la sociedad evalúa la legitimidad de Cambiemos. “Si la sociedad se inclina por un Cambiemos más ligado al fútbol, a los negocios, a las viejas tradiciones políticas, seguramente nosotros no tenemos más nada que hacer. Y esa es una definición de 2018, no llego al 2019 sin definiciones claras en esta materia”, advirtió.

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