En su quinta misa navideña como pontífice, el papa Francisco pidió hoy “abrir los ojos ante el que sufre” y pidió mayor acogida para los millones que “son expulsados de su tierra”.
“En los pasos de José y María se esconden tantos pasos. Vemos las huellas de familias enteras que hoy se ven obligadas a marchar. Vemos las huellas de millones de personas que no eligen irse sino que son obligados a separarse de los suyos, que son expulsados de su tierra”, planteó Francisco ante unas 10.000 personas que llenaron la basílica vaticana.
“En muchos de los casos esa marcha está cargada de esperanza, cargada de futuro; en muchos otros, esa marcha tiene solo un nombre: sobrevivencia. Sobrevivir a los Herodes de turno que para imponer su poder y acrecentar sus riquezas no tienen ningún problema en cobrar sangre inocente”, aseguró el obispo de Roma.