El dolorense Damian Betular jurado del realitty Bake off Argentina

-Así fue el comienzo Bake Off, el nuevo reality culinario-

Luego de los éxitos Master Chef y Dueños de la cocina, Telefe vuelve a apostar por un ciclo culinario con Bake Off, la versión argentina del reality repostero que es éxito a nivel mundial. Paula Chaves , que con este programa afianza su lugar en Telefe luego de muchísimas temporadas asociada al Trece, es la anfitriona de este ciclo en el cual doce pasteleros amateur deberán competir hasta llegar al primer puesto. Como es regla, las tortas y postres que ellos preparen serán evaluados por un jurado que decidirá quién sigue adelante y quién queda afuera. Esta vez, los tres jueces son Pamela Villar, Damián Betular y Christophe Krywonis , un habitué de estos programas.

Los participantes y las novedosas instancias de la competencia fueron las grandes protagonistas en la primera emisión de Bake Off. Entre los doce concursantes, y como suele suceder, hubo varios que rápidamente se destacaron del resto por su carisma, por su talento o por su historia personal (o, en el mejor de los casos, por las tres). En ese sentido Elsa, una mujer de 66 años que lleva en su interior el amor por la repostería más tradicional, la que rápidamente se ganó el corazón (y el estómago) de los jurados. Julia, una adolescente de 19 años, también se destacó por lo prolijo de su trabajo y por la angustia que atravesó cuando pensó que no podría terminar una de las consignas. Gastón, con su torta que simulaba ser una cartera, y Gabriel, con la suya en forma de arco iris, también sorprendieron por su creatividad.

Con respecto a las pruebas, Bake Off presentó una estructura dividida en dos etapas. La primera consistió en que cada uno de los reposteros hiciera un pastel de celebración que tuviera masa, dos rellenos, una cubierta y una decoración. También los participantes debían pensar para qué tipo de evento sería la torta. Esta etapa es la denominada Desafío creativo, justamente porque cada uno de los concursantes podía hacer el tipo de pastel que quisiera siempre y cuando obedeciera las pautas dictadas.

Luego de plantear cuáles fueron las mejores y las peores de las tortas presentadas, Chaves anunció la llegada de la segunda etapa, denominada Desafío técnico. Aquí la prueba es distinta porque todos los participantes deben hacer la misma receta, que en este caso fue una bandeja de doce cupcakes. La diferencia más sustancial de esta prueba, es que los tres miembros del jurado no podían presenciar el proceso de elaboración, porque luego todos los cupcakes les iban a ser presentados, pero sin que ninguno de ellos supiera quién había hecho cuál. De ese modo se exhibían las doce bandejas para que los tres profesionales las prueben sin saber la identidad del autor de cada una de ellas. Delante de cada grupo de cupcakes, había una foto del participante que los había realizado de manera que si bien la cámara tomaba la imagen del autor del dulce, los jurados no podían verlo, dando la impresión de que así las simpatías personales quedarían irremediablemente a un lado para focalizarse en el plato en sí.

Superado el Desafío técnico, se otorgó el premio de Pastelero estrella, un reconocimiento al participante que tuvo mejor rendimiento en los dos desafíos centrales. Luego de ese paso, finalmente llegó la instancia de eliminación. Primero los jurados anunciaron quiénes fueron los tres concursantes que estuvieron más irregulares en ambas pruebas, y después de hacerle a cada uno de los tres una pequeña devolución, informaron cuál fue el participante eliminado. En el debut, el expulsado fue Juan Cruz.

Bake Off supone una bienvenida renovación al mundo de los realitys culinarios de Argentina. Su propuesta, si bien no es demasiado distinta de Master Chef, sí logra tener identidad propia. Como anfitriona, Paula Chaves también demostró enorme solvencia y empatía con los participantes. El ciclo logró un auspicioso primer paso, y las frustraciones y victorias futuras de los concursantes seguramente no tarden en enganchar al público.

Con respecto al rating, Bake Off comenzó midiendo entre 11 y 12 puntos, y en instancias posteriores logró sumar audiencia al punto de alcanzar los 14. Sobre el final, y en la etapa del Desafío técnico, la cifra descendió levemente y se ubicó en poco más de 13 puntos. Más allá de esas oscilaciones en su medición, Bake Off se ubicó con comodidad como el programa más visto de su franja horaria.

Por: Martín Fernández Cruz

Fuente: La Nación

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