La Legislatura bonaerense convirtió en ley en la última sesión un proyecto que crea el Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales en la provincia de Buenos Aires, que tiene como principal objetivo la promoción y el reconocimiento de la profesión.
El Colegio funcionará con el carácter, derechos y obligaciones de las Personas Jurídicas de Derecho Público No Estatal y ejercerá el gobierno de la matrícula de sus miembros y tendrá sede rotativa, según las autoridades regionales que lo administren.
“Es necesario reglamentar y transparentar el ejercicio de esta profesión, por eso era imperioso sancionar esta ley y que los profesionales puedan independizarse en busca de jerarquizar su actividad”, aseguró el diputado por el Frente Renovador, Ricardo Lissalde.
Según esta iniciativa, el nuevo colegio velará a través de sus matriculados, por la implementación de programas específicos destinados a desarrollar la producción agropecuaria, incorporando un mayor valor agregado a la misma. Asimismo, participará, por intermedio de sus colegiados en el ámbito productivo agropecuario, para incidir en forma favorable en la resolución de los problemas que afecten a la cadena productiva agropecuaria y de comercialización e industrialización, estrechando la más activa participación de todos los agentes involucrados.
“Creando este colegio estamos brindando una nueva herramienta al Poder Ejecutivo, ya que se podrá trabajar en una materia pendiente dentro de la provincia en lo que respecta al estudio del uso del suelo y el uso de los recursos naturales. Asimismo podremos pensar en la implementación seria y responsable para una futura Ley de Agroquímicos y trabajar todas aquellas cuestiones que ayuden a preservar nuestro medio ambiente”, concluyó el diputado de Saladillo.
Esta ley generó a lo largo de los últimos años un fuerte cruce. Es que el Colegio de Ingenieros provincial (Cipba) cuestionó siempre la iniciativa y advertía sobre las consecuencias de fragmentar el ejercicio profesional.
Cabe destacar que la creación del colegio, estimulará de todas las formas posibles el desarrollo sustentable de la producción agropecuaria bonaerense, basado en sus tres pilares fundamentales: el económico, el social y el ambiental, además de fomentar una mayor participación del profesional de las ciencias agrarias y forestales, en todas las empresas agropecuarias y agroalimentarias, buscando un equilibrio entre una producción racionalizada, el cuidado de la salud humana y del ambiente, optimizando sus resultados para mejora de toda la sociedad bonaerense.