Pinedo estima que el proyecto sobre aborto tendrá modificaciones

Por lo que puede percibir, considera que “una mayoría de senadores piensa que la sanción de Diputados es difícil que quede como está”. El debate en la Cámara alta arrancará la semana que viene y estima que habrá un centenar de expositores.

El presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, estimó que habrá un centenar de invitados a exponer sobre el tema del aborto en el Senado y estimó que hay una mayoría de senadores que piensa hacer modificaciones al proyecto aprobado en Diputados.

El senador se quejó de la “virulencia” que tiene este debate, “sobre todo en sectores extremos”, en cuyo marco “empezaron las acusaciones, de que algunos senadores quieren hacer tal cosa, otros otra, demorar, chicanas, presiones”, ante lo cual tomaron la decisión de dejar de lado esas posturas y resolvieron ponerle una fecha a la sanción.

En diálogo con Radio Mitre, Pinedo contó que “los que estaban a favor de la media sanción de Diputados querían que fuera un tratamiento muy rápido, que se votara el 11 de julio, con dos comisiones y nada más, y finalmente tomamos una decisión unánime de tener un tratamiento tranquilo, el 8 de agosto”.

Pinedo aseguró que luego de eso “cambió también el ánimo dentro del Senado”, y ahora están tratando de ir “fortaleciendo las posiciones”. En ese marco, se van a reunir las comisiones la semana próxima y decidirán cuales son las instituciones que irán al Senado para hablar sobre el tema del aborto.

“Tal vez sean tantas como cien, o alguna cosa así, lo decidirán los presidentes de las comisiones que tengan que intervenir, y ahí empezarán unas reuniones periódicas, que van a terminar el 1 de agosto con una reunión de las comisiones en conjunto para dictaminar”, detalló el legislador.

Consultado respecto de los números que se manejan en torno a la aprobación o no del proyecto, que han ido modificándose, admitió que “va a seguir cambiando”. Pinedo estimó que “hay un grupo importante de senadores que está trabajando con mucha convicción, unos por la ratificación de lo de Diputados y otros por buscar una alternativa; y después hay algunos que no están cómodos con ninguna de las dos posiciones extremas: ni con la sanción de Diputados, que muchos consideramos que es un mal proyecto, ni tampoco con simplemente decir que no, y entonces están buscando un camino que está en elaboración”.

A partir de la existencia de esas tres corrientes, Pinedo dijo percibir que “habría una mayoría de senadores que piensa que la sanción de Diputados es difícil que quede como está, porque tiene un par de temas que para muchísimos, más allá de las posiciones pro aborto o contra el aborto, les parece que está mal”.

“Somos muchos los que creemos que no es lo mismo que el Estado no meta preso a una mujer, que el Estado se dedique a hacer abortos por sí mismo. Que es la diferencia de descriminalización, o no aplicación de penas, por un lado, u obligar a todas las instituciones a hacer abortos”, expresó el presidente provisional del Senado, para quien “ahí el debate empieza a cambiar: ya no estamos hablando de poner presa a la gente, sino de ver cuál es el mejor camino de afrontar un tema que es un drama”.

Pinedo enfatizó que personalmente está en contra de la ley, y detalló cuestiones que cuestiona como “una despenalización casi abierta después de las 14 semanas, sin límites, con causales que son cosas como ‘salud social’, que no se sabe qué quiere decir, o malformación del niño por nacer, que tampoco se sabe qué quiere decir, podría ser interpretada de cualquier manera”. El legislador comentó que “algunos quieren decir ‘no quisimos decir eso’… Bueno, aclárenlo”. Cuestionó también el tema de la objeción de conciencia y cosas que consideró “francamente extremistas, o ilegales, inconstitucionales”.

Por último, comentó: “Estuve hablando con el presidente de la Nación, me dijo con toda contundencia que ningún senador diga o pueda decir que vota por A o por B porque tiene algún pedido del Gobierno nacional. Lo único que quiere el presidente de la Nación, ‘transmitilo así’, me dijo, es que cada senador vote de acuerdo con su conciencia y que nadie pueda decir otra cosa distinta que esa. Que cada uno se haga responsable de lo que piensa y no hable de cosas que no son”.

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