-Premio literario-
La municipalidad de San Andrés de Giles, a través de su Dirección de Cultura y Turismo y la Biblioteca Popular “Alberdi”, organizó el XI Certamen Literario de Cuento y Poesía “Alejandro Vignatti 2018”. El mismo estuvo dividido en dos categorías: Cuento y Poesía, y en esta última participó en autor dolorense Juan Carlos Pirali, quien fue distinguido con el PRIMER PREMIO por su romance “Antonio Esteban Agüero”.
Los tres primeros premios fueron los siguientes: Primer Premio. “Antonio Esteban Agüero”. Juan Carlos Pirali. (Dolores. Buenos Aires)Segundo Premio. “La tormenta” Graciela Beatriz Brown. (Suipacha. Buenos Aires)Tercer Premio. “Luciérnagas ebrias”. Damián Andreñuk.. (La Plata. Buenos Aires)
ANTONIO ESTEBAN AGÜERO
¡Oh! Poeta genial, regia riqueza
cultivó con pasión su oficio humano,
y en poético viaje fueron guías
bellas rimas y místicos relatos.
Son variados los temas de su pluma:
religión, vida, muerte, risa, llanto,
el paisaje y la historia, con su sello,
“agüeriano” decir, sensible y llano.
Don Esteban Agüero, vate excelso,
en el rumbo sin par para su canto,
y una siembra de versos productiva
en cosecha final de fausto magno.
Vocación literaria desde joven,
pensamiento poético elevado,
propiedad consistente en los proyectos
de horizonte sin fin para sus actos.
Cultural formación en la lectura
apretaba a su tierra en un abrazo,
y expresaba sentires en poemas
que las auras premiaban con sus lauros.
Traductor del paisaje en la poesía
con su lira cruzó terrenos vastos,
y con trova modesta cantó a Merlo
a llanuras y a cerros de su pago.
Su bohemia quizás empedernida
con aromas de vino y de tabaco,
le minó la salud sin darle tregua
y apuró su destino hacia el ocaso.
“Capitán de los pájaros”; fue al frente,
con su alto valor de fiero hidalgo,
y ese sueño supremo de ser libre
le costó proscripción por el reclamo.
En las fértiles tierras ancestrales
andan rondas que cantan al pasado,
y alusiones al dios del aborigen
que se trenzan en versos del puntano.
Nubarrones cubrieron su destino
en un mar tenebroso y agitado,
y su nave al garete, ya sin rumbo,
naufragó sin auxilio muy temprano.
Juan Carlos Pirali
