Un día después de que sus ocho compañeros se presentaran ante el juez, ellos eligieron el silencio y declinaron la posibilidad de defenderse de la acusación de partícipes necesarios del crimen de Fernando Báez Sosa.
Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino, los dos rugbiers que fueron liberados hace diez días pero continúan vinculados a la causa por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, se negaron a declarar este jueves ante la fiscal del caso, Verónica Zamboni.
Milanesi, de 20 años, y Guarino, de 19, se retiraron de la Fiscalía Descentralizada 6 junto a su abogado, Hugo Tomei. Ninguno de los dos jóvenes quiso responder preguntas ni plantear su defensa.
Tomei presentó el miércoles de esta semana las apelaciones a las prisiones preventivas dictadas por el juez David Mancinelli y para las 10 de este jueves ya habían sido recibidas en el juzgado. Ahora se derimirán en la Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores, informó el canal C5N.
El caso cayó en manos de los jueces de la Sala I, integrada por los camaristas Fernando Sotelo, Luis De Felitto y Susana Yaltone.
Fuentes judiciales indicaron que el recurso de apelación insiste en los planteos de nulidad realizados por Tomei.
Por de pronto el juez Mancinelli dictó la prisión preventiva para ocho de los acusados por “homicidio doblemente agravado” por “concurso premeditado de más de dos personas” y “alevosía”, al entender que el joven de 19 años fue asesinado a golpes “en total estado de indefensión” en la puerta del boliche Le Brique.
En su resolución, Mancinelli señaló como “coautores” del crimen a Máximo Thomsen (20) y Ciro Pertossi (19), y como “partícipes necesarios” a Blas Cinalli (18), Luciano (18) y Lucas Pertossi (20), Enzo Comelli (19), Matías Benicelli (20), y Ayrton Viollaz (20).
Cinco de los ocho jóvenes imputados por el asesinato de Fernando Báez Sosa declararon el miércoles ante el juez Mancinelli pero sólo para pedir la recusación de la fiscal del caso, Verónica Zamboni. De los que guardaron silencio se supo que Ayrton Viollaz se negó a declarar y fue el único que no fue contra la fiscal.
Tomei esperó hasta el último momento para apelar la prisión preventiva de sus representados. Mientras tanto, todos ellos podrían haber utilizado el llamado a indagatoria del miércoles para presentar su defensa, pero en vez declararon en contra de la labor de la fiscal.
Mancinelli dictó la prisión preventiva para ocho de los 10 acusados teniendo en cuenta que podrían recibir la pena de prisión perpetua, y otras cuestiones como el “desprecio por la vida” que evidenciaron, el haber incriminado a un inocente y los mensajes de WhatsApp donde informaron que la víctima “caducó” y ordenaban no hablar del tema con nadie.
Además, consideró que existen “peligros procesales” que justifican la medida, como el riesgo “de fuga y entorpecimiento probatorio”.