Médico de San Vicente a la población: “en diez días voy a estar intubando a muchos que hoy andan por las calles”

En las últimas horas comenzó a circular una carta desesperada de Ignacio de la Llosa, un médico cardiólogo de San Vicente donde cuenta su preocupación por el avance de la pandemia en el país.
En medio del aislamiento social solicitado por el Gobierno nacional, un médico cardiólogo decidió escribir una carta en su Facebook al ver que muchas personas no cumplen con la medida. “En un mes voy a estar eligiendo a quien conecto a un respirador y a quien dejo a la buena de la naturaleza”, afirma en la misma, alertando a los ciudadanos que no respetan la medida.

“Tengo miedo!! Sí, miedo, y no me da vergüenza decirlo. Miedo a lo desconocido, a que me pase algo a mí o a mis seres queridos”, comienza hablando Ignacio a sus seguidores en la red social. Y continúa narrando: “Para algo me prepararon, para salvar vidas, para acompañar cuando ya no se pueda hacer más, para comprender y entender los problemas. No me prepararon para lo que me pueda pasar a mi o a mi familia y eso me da miedo”.

En medio del aislamiento social obligatorio, por el que el Estado Nacional pretende que se aplane la línea de casos con Coronavirus en el país, muchos trabajadores tienen que salir a realizar sus labores. Estas permiten que el resto pueda vivir en medio de la pandemia.

Uno de los rubros más importantes, sino el más, es el del sector de salud. Todos estos trabajadores ponen su cuerpo para ayudar a las víctimas del COVID-19. Y día a día el número de enfermos se eleva. Por esta razón, es que de la Llosa teme a que sus más allegados sufran de la enfermedad.

En el texto muestra el temor que le provoca ver que mucha gente no respeta las normas implementadas para impedir que el COVID-19 avance. Cuenta que volviendo del Hospital vio que en los cajeros se formaban colas con “cerca de 500 personas en una cuadra, de ambas veredas, sin respetar la distancia prudencial para disminuir el riesgo de contagio. Me dio miedo, me dieron ganas de bajarme del auto y gritarles, explicarles que se separen 2 metros”.

Afirma que el bono de incentivo de $5000 durante 4 meses no alcanza. Y pide seguridad para realizar su trabajo: “quiero que no me caguen a trompadas en una guardia si tardo un poco mas en atender a alguien o si me quedo dormido por estar 24 hs de corrido trabajando con el stress al máximo, quiero que no me llamen asesino si algo sale mal y no se obtiene los resultados esperados, soy humano y puedo equivocarme, quiero tener un sueldo acorde y poder trabajar en un solo lugar y no andar a las corridas de la clínica al hospital y del hospital a la clínica”.

Al finalizar agradece los aplausos, pero pide que se respeten las normas y afirma que él no es un héroe: “que héroe ni ocho cuartos!!! Quiero quedarme en mi casa abrazando a mis hijas!!!”.

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