La historia argentina tiene muchos grandes, que se esforzaron en hacer una nación soberana y libre, pero entre esos grandes hay algunos que sobresalen en su accionar, y uno de esos destacados, es nuestro Creador de la Bandera Nacional, el General Don Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano y González.
Nació en nuestra América Española, dado que su padre, Don Domingo Francisco María Cayetano Belgrano y Peri nacido en 1730 en Oneglia y luego naturalizado en Cádiz, ciudad portuaria de España, había llegado a esta tierra con autorización del Rey de España, y se dedicaba al comercio. Logró mucha prosperidad en el virreinato, además fue Teniente de Caballería, Contador de la aduana y Regidor y Síndico. Con el tiempo, aquí conoce a una joven, que luego contrae matrimonio, era Doña María Josefa González Casero Islas Bravo de Zamora, nacida en la Trinidad en 1743, familia originaria de Santiago del Estero, también descendía, entre otros, de los apellidos de la Vega y los Salazar, como yo, y emparentaba con los Castelli y los Borges, fue matrimonio de muchos hijos, y Don Manuel era el número ocho.
El 20 de Junio es el día del fallecimiento de Don Manuel, en el año 1820, habiendo nacido el tres de junio de 1770 en esta tierra americana. En la fecha de su muerte se institucionalizó el Día de la Bandera Nacional, recordando a su creador, y estamos a 250 años de su nacimiento y en el Bicentenario de su fallecimiento, declarado Año Belgraniano.
Estudia primeramente en el virreinato, en el Colegio de San Carlos, y luego sus padres lo envían a seguir una carrera a España en las Universidades de Valladolid y de Salamanca, en donde se gradúa como Bachiller en Leyes con medalla de ORO, con solo 18 años se emplea en la Cancillería de Valladolid, y por méritos logrados llega a ser el primer presidente de la Academia de Práctica Forense y Economía Política en Salamanca.
Este brillante estudiante, por sus méritos en España, viene al Rio de la Plata a trabajar, designado por decisión de autoridad española, como Secretario al Consulado que se va a crear, el mismo fue pedido en 1785 por 53 comerciantes muy importantes de la ciudad, conocidos apellidos como Aguirre, Anchorena, Pueyrredón, ante Pablo Beruti a favor de Don Manuel Rodríguez de la Vega, Bernardo Larrea y Martín de Sarratea, pero no resulta, a diez años después hacen lo mismo, entregando 2° poder a Rodríguez de la Vega y a Martín de Sarratea para reiterarle el pedido al Rey, allí estaba la firma de Francisco Antonio de Escalada. Por fin con fecha 30 de enero de 1794, por Real Cédula del Rey Carlos IV, dando satisfacción al pedido. En Junio queda establecido el Consulado de Buenos Aires, compuesto por el Prior y los Cónsules: Blas de Gainza, Juan de Anchorena, Juan Lezica, los consiliarios: Antonio García López, Francisco Ugarte, Saturnino Saraza, José de Balbastro, Manuel del Corro Sáenz, Pedro Días de Vivar, Joaquín de Arana, Diego de Agüero y Francisco Antonio de Escalada. El Síndico era Cristóbal de Aguirre, como Contador José del Castillo y el Secretario, quien sería luego el creador de nuestra enseña patria, Manuel Belgrano González, como firmaba en ese entonces el futuro General.
Cuando el Virrey de Melo lo nombra Capitán de las Milicias Urbanas en 1797, Él no creía abrazar esa carrera, lucha contra las Invasiones de los Ingleses, a los años la historia argentina lo tiene como un abnegado militar en defensa de su tierra durante la emancipación para ser independientes. En Mayo de 1810, cuando se vota la Primera Junta de Gobierno en el memorable Cabildo de Buenos Aires, Don Manuel Belgrano lo hace como uno de los vocales. Cuando se entabla la lucha, enfila en misión hacia Paraguay, luego la Banda Oriental, por 1812 nos
crea la Bandera por Rosario, un 27 de febrero con los colores de la escarapela. La Segunda Expedición al Norte, camina por el Litoral, y cuando se instala el Congreso de Tucumán, expuso allí ante los diputados y fue con San Martín y Monteagudo, uno de los principales para que se llevara a cabo la Independencia Nacional aquel 9 de Julio de 1816. Lucha a pesar que no lo acompaña su deteriorada salud, llegando a 1820 muy enfermo, viene a Buenos Aires y fallece el 20 de junio de 1820 cuando nos encontrábamos en una anarquía muy grande, dicen que el único que publica esa noticia fue el sacerdote franciscano, Francisco de Paula Castañeda, político destacado en la Revolución de Mayo, se opuso a la política religiosa de Rivadavia, en 1820 replanteaba lo injusto que había sido el pueblo y el gobierno en no asistir a los funerales de Don Manuel Belgrano, lo recuerdan, anduvo por nuestra zona desterrado por notas escritas, mandado al Fortín Kakel Huincul, en el viejo Monsalvo.
Don Manuel Belgrano fue el prócer que más se preocupó en darle impulso a la Educación del pueblo y defensor de los Pueblos Originarios. Fue un ilustre y abnegado profesional de mi patria, Diplomático, Hombre de Leyes, Economista, Político, Periodista y Destacado Militar, dando todo por la Libertad de la Patria.
Don Manuel tuvo dos hijos, Doña Manuela Mónica Belgrano y Pedro Rosas y Belgrano. En mi lectura he encontrado que Pedro, siendo Juez de Paz en el Azul, provincia de Buenos Aires, el 29 de octubre de 1851, se casa con Doña Juana Rodríguez, el matrimonio tuvo 16 hijos. Uno de sus hijos es bautizado en la ciudad de Rosario el 13 de octubre de 1859, de nombre Justo Jacinto Emiliano, nacido el 11 de septiembre de 1858, hijo de Don Pedro Rosas y Belgrano y de Doña Juana Rodríguez. Padrinos: El Excelentísimo Presidente y Capitán General Don Justo José de Urquiza y Doña Dolores Costa de Urquiza, representaron a los padrinos Don Tomás Antonio Peñaloza y Doña Antonia Machado. Me toca de cerca el apellido Urquiza por mi bisabuela, y mi hijo menor lleva el nombre, de Justo. En el Archivo General de la Nación, dicen hay carta de pedido con fecha 27 de abril de 1859, para tal evento. (Centro de Estudios Genealógicos e Históricos de Rosario, Boletín N°8.)
Este hijo del General Don Manuel Belgrano, fallece en 1863 a los 50 años como su padre Manuel Belgrano.
Dado que mi familia vivía en Buenos Aires, y no fueron ajenos de los acontecimientos, emparentados con muchos de ellos y vivieron la colonización, el nacimiento de la Patria y nos toca seguir hasta hoy con descendientes, a ellos y nosotros, salvo pocos casos, y si miran y relacionan genealógicamente la mayoría de esas familias están emparentadas; y nos enorgullece recordar a un Héroe como Don MANUEL BELGRANO, nada menos que el creador de nuestra Enseña Patria.
La Bandera de la Nación Argentina, un regalo, de un hombre extraordinario en la Emancipación y de la Independencia, actuó con fuerza a pesar de su salud, dio todo por su Patria, hasta su patrimonio, que sirva de ejemplo, hoy. La patria espera patriotismo, no proclamas y discursos, pues vale la acción desde su lugar de trabajo, en honestidad y sacrificio, no ostentación.
El hombre vale más por lo que es humanamente, que por lo que tiene acumulado en bienes materiales; Don Manuel Belgrano y González, sobrepasó esos límites y por eso es un GRANDE DE NUESTRA PATRIA.
Noé Zenón Suárez Casielles-2020.