La posibilidad de esa “segunda ola” se daría por “las actividades sociales del verano”, aseguró el infectóloo Javier Farina, del equipo que asesora al Gobierno.
“Es fundamental que la Argentina no viva una segunda ola con picos, como está pasando en Europa y que podría pasar tranquilamente acá en marzo, por ejemplo. Tiene que ver con una cuestión de las actividades sociales del verano”, sostuvo el infectólogo Javier Farina, integrante del Comité que asesora al Gobierno.
El miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) contó en diálogo con Radio Rivadavia que en las distintas reuniones que mantuvieron con el presidente Alberto Fernández y el ministro de Salud, Ginés González García, les advirtieron sobre ese tema: “En el análisis se lo transmitimos siempre, porque es una posibilidad”.
Eficacia
El especialista destacó que “la cuarentena fue eficaz los primeros tres o cuatro meses, conteniendo la situación para que no desborde el sistema de salud”, aunque advirtió que después “la dificultad del manejo con la comunidad respecto a lo que era la pandemia fue compleja”.
“Las aperturas progresivas de actividades generaron, obviamente, un aumento de los contagios. La problemática actual es la federalización del brote y la situación en las provincias es muy compleja”, añadió.
En ese sentido Farina lamentó que “hubo una dificultad de aplicar la herramienta que hay en forma masiva” y señaló que “la restricción de la movilidad hay que utilizarla por etapas”.
“Como la cuarentena era una mala palabra hubo distritos del interior que no eligieron tomar esa medida por el costo político”, alertó el infectólogo.