EDUARDO H. GURY: UN POETA DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Rincón de la SADE Dolores

Eduardo Horacio Gury es uno de los destacados poetas de la provincia de Buenos Aires. Nacido en Quilmes (donde reside) hace 42 años. Es licenciado en Sistemas de la Información y comenzó a escribir cuentos en su adolescencia, pero a partir de 1995 abandonó casi por completo la narrativa para dedicarse a la poesía de estilo clásico.

Ha sido galardonado en diversos certámenes literarios en el orden nacional e internacional, inclusive en concursos organizados por SADE Seccional Dolores

SADE Dolores da a conocer hoy el siguiente poema que tiene que ver con un tema que se está discutiendo en el Congreso Nacional.

LO QUE DIJO EL SIN VOZ

«¡Qué hermoso hubiera sido, Madre mía,

poder ver, con los ojos aún en llanto,

la luz con que engalana al mediodía

el sol que tiñe todo en amaranto!

Yo deseaba esa luz dentro tu seno,

dentro la tibia cavidad oscura

donde me iba formando, humilde y bueno,

como una irrepetible criatura.

Anhelaba mirar tu rostro amigo,

los bellos rasgos de tu faz materna,

y mecido sentirme en el abrigo

sencillo y suave de la cuna tierna.

¡Cuántos sueños guardaba en mi pequeño

corazón que intuía ya la infancia!

Soñaba ser feliz y estar risueño

sobre tu pecho en la vital lactancia.

¡Sorber tu leche, tu alimento casto,

prendido a tu pezón de savia y rosa,

mientras se abría para mí en su vasto

milagro el mundo con beldad copiosa!

¿Qué pasó? ¿Qué cambió dentro de tu alma?

¿Qué hirió a tu corazón, antaño ileso?

¿Qué sinsabor te arrebató la calma

y te hizo ver en mí un nefasto peso?

¿Por qué causa empezó a pensar tu mente

que yo ya no era un don, sino al contrario?

¿Qué pesar te mostró que yo, inocente,

no era ya en tus proyectos necesario?

Sufrí en un hospital letal herida

y tu deseado rostro no vi nunca.

¡Se frustró el Plan de Dios! Mi frágil vida

(la que Él tanto soñó) se quedó trunca…

¡Pero Dios es Amor! Él no sentencia

contra ti un juicio drástico de encono.

Te abraza en el candor de Su clemencia…

Y cual Él, mi Mamá, ¡yo te perdono!»

Autor: Eduardo Horacio Gury

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