Como cada año es inevitable realizar balances pero este año en especial ha sido y es un año que invitó a la reflexión, a la introspección, encontrarnos no sólo con nosotros mismos sino aprender a encontrarnos y vincularnos con los seres queridos desde la lejanía; un año de mucho aprendizaje para la sociedad en muchos aspectos pero no tanto en otros.
Como todos saben, además de dedicarme a mi profesión como Abogada, vengo transitando un camino en la Política local que básicamente tiene que ver con la necesidad en lo personal de involucrarme para ayudar y ver a mi Ciudad desarrollada, sin corrupción y con transparencia. He elegido transitar este año en modo silencio y no porque he dejado de trabajar para ello o sin estar pendiente de cada hecho sucedido, sino simplemente porque consideré que es un año de luto; luto en la salud, luto en lo social y luto en lo económico, sintiendo que sólo fue un año de gestión de quienes ocupan un cargo político y no para hacer campaña política. No es grato ver fotos, publicaciones donde se aparenta la empatía con las necesidades de la población mientras los bolsillos de quienes dicen ocuparse descansan en una suma abundante que paga el pueblo. Esta fue mi elección porque me duele, me entristece y siento que mi mayor acompañamiento a la sociedad es desde el respeto y ocuparme en que la profesionalización de la política sea el eje y no la improvisación. Decirles por último que deseo mucho amor y prosperidad para cada uno de ustedes y la fortaleza suficiente para encarar este año próximo que no será fácil pero que sabremos como siempre ganarle la batalla y cuando alce mi copa brindaré pensando en una sola bandera que nos una, la única…la de Dolores.
Los quiero, Felices Fiestas!.
Milena Suarez.
