Insistiremos siempre en planificar el desarrollo con políticas de fondo, las cuales muchas veces son invisibles, pero que son las que hacen que en momentos como este no dependamos de la incansable solidaridad de Bomberos y vecinos. Necesitamos pensar la ciudad, entender sus particularidades topográficas y convocar a profesionales que nos ayuden a evitar estos dolores de cabeza.
Lo que no se invierte hoy en infraestructura lo pagan los vecinos con sus pérdidas en cada inundación, especialmente quienes viven en los barrios más postergados. Nos ponemos una vez más a disposición para pensar y trabajar las soluciones estructurales que Dolores necesita para que la crisis climática no sea un drama constante para nuestros ciudadanos.
