Fabiola Yáñez deslumbró vestida por el dolorense Adrián Brown

Para su visita al papa Francisco

El papa recibió en una audiencia privada que duró 25 minutos al presidente de Argentina, Alberto Fernández, acompañado de la primera dama Fabiola Yáñez.

Para la ocasión, volvió a confiar en el reconocido diseñador argentino Adrián Brown que creó especialmente para ella un vestido negro, sin escote, con mangas largas y una falda por debajo de las rodillas, que respeta con exactitud el protocolo que se debe seguir a la hora de una audiencia papal. El estilismo estuvo a cargo de Caro Marafioti.

En una charla exclusiva, el diseñador expresó: “Para mí fue un gusto conocerla y me generó mucha emoción confeccionar el vestido para el encuentro con el papa Francisco. Que un vestido mío vaya al Vaticano es algo que en lo personal me conmueve. Todo se dio naturalmente. Ella me vino a ver y enseguida imaginé la escena, me bajó el dibujo”.

Sobre el vestido, resaltó: “Hice una pieza en línea A (el diseñador francés Christian Dior es el creador del primer vestido línea A en las pasarelas de los años 50) con mangas largas angostas pero siguiendo la misma línea. El cuello es a la base y el largo es el sugerido por el protocolo del Vaticano”.

Brown, que confesó ser un ferviente católico y amante de las imágenes religiosas, se inspiró en su adorada Santa Teresita (religiosa carmelita francesa) conocida también por su amor a las rosas. Por este motivo eligió un guipure como textura,como homenaje a esa flor. El vestido es de cloqué, un tejido arrugado con relieve, cuerpo y grosor medio que además lleva aplicaciones por encima con el género. “Me parece que tiene mucho simbolismo, que transmite un mensaje de espiritualidad y sencillez”, sentenció el diseñador.

Además, la primera dama sumó como complementos de este sobrio estilismo stilettos negros de cuero, su modelo de calzado preferido, un bolso de mano al tono con una pequeña correa y un delicado tocado de su sombrerera preferida, que comparte con Natalia Oreiro, Florencia Tellado. Es una pequeña boina oscura que va inclinada al mejor estilo francés y se sujeta gracias a una vincha. Además cubre parte de su rostro (otra regla de vestimenta papal) con una tela de lunares y transparencias.

TN

EFE / Prensa Vaticano.

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