Se trata de dos pacientes que se encuentran internados en la Ciudad de Buenos Aires. por qué es peligroso este hongo.
El Ministerio de Salud de la Nación confirmó la detección en la Argentina de los dos primeros casos de infección por Cándida auris, ambos tratados en una clínica de la Ciudad de Buenos Aires.
Según el Boletín Epidemiológico Nacional (BEN), el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas INEI-ANLIS “Dr. Carlos G. Malbrán” informó a la Dirección de Epidemiología de la cartera sanitaria sobre los dos aislamientos.
Además, se informó a la Gerencia Operativa de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y se realizó una reunión conjunta entre las autoridades y personal de la clínica, equipos técnicos porteños y del Ministerio de Salud.
“Al momento, se encuentran en proceso técnicas moleculares para caracterizar el patógeno y pruebas de sensibilidad in vitro con el método de referencia”, informó el BEN.
Una de las muestras aisladas corresponde a un paciente internado desde el 2 de octubre en la unidad de cuidados intensivos de una clínica de CABA, quien fue derivado de una clínica del exterior del país, trasladado en un vuelo sanitario y, actualmente, permanece internado.
La otra persona aislada por esta infección “presenta una fístula de drenaje posquirúrgica y es tratado de forma ambulatoria en la misma clínica”.
Se informó además que “los pacientes no compartieron el mismo ámbito en el mismo momento durante su estadía en la clínica y la investigación epidemiológica continúa en proceso”.
El patógeno emergente fue aislado y descrito por primera vez en 2009, en 2011 se describió el primer caso de fungemia (hongos en la sangre) causado por esta especie y en 2012 se notificó el primer brote hospitalario en la Región de las Américas.
Desde el primer caso, el patógeno fue reportado como agente causal de infecciones invasoras en humanos en al menos 47 países.
La emergencia de este patógeno “se debe a su facilidad para persistir y causar brotes en el ámbito hospitalario, así como a la escasa eficacia de los antifúngicos para controlar la infección”, indicó el informe.
La mortalidad reportada en fungemia por Cándida auris varía entre 30-72 % y “puede colonizar el cuerpo humano y puede persistir en el ambiente hospitalario por semanas; además, algunos desinfectantes de uso común no son efectivos contra esta especie”.
Se transmite a través del contacto con ambientes contaminados o con personas colonizadas y puede persistir en el ambiente hospitalario durante semanas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó recientemente una lista con los 19 hongos infecciosos más peligrosos para la salud pública. Asimismo, alertó que con el paso de los años, cada vez es más común ver a pacientes contaminados con estas especies, a su vez que todavía falta desarrollo de los tratamientos.
Cabe destacar que los hongos se clasifican en tres categorías que dependen del nivel de riesgo para los seres humanos. De estos se desglosan los considerados especialmente peligrosos: el criptococcus neoformans, el aspergillus fumigatus, y dos hongos del género cándida (el auris y el albicans).
El primero de ellos puede causar neumonías agudas y meningitis; el aspergillus puede ser particularmente peligroso en pacientes inmunodeprimidos y los hongos del género cándida pueden causar infecciones vaginales, orales, intestinales o de otro tipo, conocidas comúnmente como candidiasis.
Según la OMS, las infecciones de estos hongos, de las que todavía no se tienen estadísticas completas, están aumentando debido al cambio climático y el aumento de los viajes internacionales, con especial ascenso de las infecciones en hospitales.
También se advierte un aumento de la resistencia de estos hongos a los tratamientos, algo que se ha advertido en casos de candidiasis oral o vaginal, lo que aumenta el riesgo de desarrollo de especies más peligrosas.