Silvino narró ante los jueces que cuando, finalmente logró ir a reconocer a su hijo, “fue duro porque una parte de mi estaba tirada en una bandeja de acero inoxidable con la cabeza reventada”. Y continuó: “Estaba chorreando sangre por todos lados. No lo podía tocar”. Era estremecedor el relato del papá de Fernando a este punto de su testimonial.
“Señores jueces, acá están escuchando el relato de un padre que ha perdido todo: ha perdido la felicidad, las ganas de vivir, de luchar, y perdió lo mejor de todo, que es el abrazo de su hijo. Durante mucho tiempo tuve una enfermedad en los riñones e hice un año y seis meses de diálisis. Me costó tanto… pero abría la puerta de casa y Fernando se colgaba de mi cuello: ‘¿Cómo estás papa?’, me decía. Y ese tipo que venía muerto de la diálisis terminaba mas vivo que nunca con el abrazo de su hijo. ‘Cuando sea grande te voy a dar mi riñón…’, me decía.
Con su relato, Silvino hizo llorar a varios en la sala, entre ellos, los guardias del Servicio Penitenciario que custodiaban a los imputados. Luego, se levantó y salió del recinto.
El juicio se reanudará este martes con la declaración de los amigos que acompañaban a Fernando en la noche del crimen y que fueron golpeados por los acusados. También, se espera el testimonio de Julieta, la entonces pareja de la víctima.