Dos incursiones de fuerzas israelíes en menos de 24 horas en una mezquita sagrada

En la madrugada de este miércoles, más de 350 palestinos habían sido detenidos por la policía israelí en el marco de los disturbios registrados en la mezquita de Al Aqsa y luego en la noche dispararon balas de goma, granadas y gases lacrimógenos contra los fieles musulmanes.

Fuerzas militares de Israel irrumpieron este miércoles, por segunda vez en menos de 24 horas, en la mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén, donde dispararon balas de goma, granadas y gases lacrimógenos contra los fieles musulmanes, en una noche especialmente simbólica en la que comienza Pésaj, la Pascua judía, y en pleno mes de Ramadán, después de haber detenido en la madrugada a unos 350 palestinos.

La Media Luna Roja Palestina en Jerusalén señaló que trabaja en las cercanías del lugar y ya atendió a seis heridos, pero se descuenta que el número de afectados será mayor.

El vocero de la Presidencia palestina, Nabil Abu Rudeiné, lamentó que “la ocupación israelí insiste en continuar profanando la bendita mezquita de Al Aqsa y crear una atmósfera de escalada, inestabilidad y tensión”.

En la madrugada de este miércoles, más de 350 palestinos habían sido detenidos por la policía israelí en el marco de los disturbios registrados en la mezquita de Al Aqsa cuando los efectivos de seguridad ingresaron y golpearon a los fieles musulmanes.

La respuesta fue una lluvia de piedras y fuegos de artificio, situación que generó un pico de violencia durante una importante festividad musulmana.

Los enfrentamientos estallaron de madrugada, justo cuando los palestinos, mayoritariamente musulmanes, celebran el mes sagrado del Ramadán y los judíos se preparan para su Pascua,

La situación de violencia en la mezquita generó temor a disturbios más extendidos, y aunque para el mediodía la zona alrededor de la mezquita ya había recobrado la calma, la nueva incursión de tropas israelíes dio paso a otros choques.

El templo se encuentra en la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar más sagrado del islam, en Jerusalén este, el sector palestino de la ciudad ocupado y anexionado por Israel, en los territorios palestinos de Cisjordania.

La Explanada está construida sobre lo que los judíos llaman el Monte del Templo, el lugar más sagrado del judaísmo.

Los reclamos de cada una de las partes sobre el lugar sagrado derivaron varias veces en violencia, incluyendo 11 días de hostilidades en agosto de 2022 entre el Ejército israelí y el movimiento islamista Hamas, que gobierna los territorios palestinos de la Franja de Gaza, separados de Cisjordania por el territorio de Israel.

Hamas había llamado este miércoles a sus seguidores a acudir en masa a la Explanada de las Mezquitas para defender los lugares santos islámicos de lo que calificó un “crimen sin precedentes”, en alusión al ingreso al lugar de la policía israelí, aún antes de la segunda irrupción.

Desde que comenzó el Ramadán el 22 de marzo, decenas de fieles musulmanes intentaron repetidamente pasar la noche en la mezquita de Al Aqsa, una práctica que generalmente se permite sólo durante los últimos 10 días del Ramadán.

La policía israelí entró todas las noches para desalojar a los fieles.

Esta vez ingresó en horas de la madrugada, en momentos en que el templo estaba colmado de mujeres, niños y personas mayores, además de hombres, según relataron palestinos, con una nueva incursión por la tarde de este miércoles.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que Israel estaba trabajando para “calmar las tensiones” en el lugar sagrado.

Palestinos detenidos en el complejo y luego liberados dijeron que la policía usó porras, sillas y rifles para golpear a los fieles, incluidas mujeres y niños, que respondieron arrojando piedras y petardos que habían llevado a las oraciones de la noche en previsión de enfrentamientos, informó la agencia de noticias palestina Maan.

Fuera de la mezquita, la policía dispersó de madrugada a una multitud de jóvenes con granadas de aturdimiento y balas de goma, agregó Maan.

La Media Luna Roja Palestina dijo que al menos 50 personas resultaron heridas en esos choques.

La Policía israelí dijo que no pudo confirmar de inmediato la veracidad de informes y videos que muestran a los agentes golpeando a los palestinos, pero sí confirmó que 350 fueron arrestados y agregó que un oficial resultó herido en la pierna.

Por separado, el Ejército israelí dijo que un soldado recibió un disparo y resultó moderadamente herido en Cisjordania.

El ministro de Asuntos Civiles palestino, Husein Al Sheikh, denunció que “el nivel de brutalidad policial exige una acción urgente palestina, árabe e internacional”, informó la agencia de noticias AFP.

Jordania, que administra los lugares santos musulmanes de Jerusalén, condenó el “asalto” a la mezquita y Arabia Saudita y Egipto también deploraron el operativo.

El ministro de Seguridad Interior israelí, Itamar ben Gvir, acusó a los fieles que fueron desalojados de la mezquita de querer “herir y asesinar a policías y herir a ciudadanos israelíes”, tras felicitar a la policía por su “acción rápida y decidida”.

Tras los enfrentamientos en Al Aqsa, se lanzaron varias salvas de cohetes desde el norte de la Franja de Gaza hacia territorio israelí, informó la prensa de Israel.

Dieciséis proyectiles fueron disparados hacia el sur de Israel y se activaron sirenas de cohetes en las ciudades de Sderot, Erez y Nir Am, informó el periódico israelí Haaretz.

El portavoz del Ejército israelí dijo que un cohete alcanzó una fábrica cerca de Sderot y el resto impactó en áreas abiertas o fue interceptado por el sistema de defensa antimisiles de Israel, Iron Dome. No se reportaron víctimas.

En represalia, el Ejército israelí lanzó ataques aéreos contra lo que, aseguró, eran instalaciones militares de Hamas en la Franja de Gaza, donde decenas de personas se habían manifestado antes y habían quemado neumáticos jurando “defender y proteger la mezquita de Al-Aqsa”.

Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Jordania advirtió que “los continuos ataques” del Ejército israelí contra los fieles forman parte de “los intentos de cambiar el ‘statu quo’ histórico en la mezquita sagrada de Al Aqsa”.

El portavoz del Ministerio, Sinan Majali, atribuyó a Israel “toda la responsabilidad por las graves consecuencias de la continua escalada, que exacerba la situación y amenaza con estallar la espiral de violencia”, según informó la agencia de noticias Petra.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas hará este jueves una sesión de emergencia a puerta cerrada, convocada por Emiratos Árabes Unidos, así como por China y el representante de la Liga Árabe, para tratar el repunte de la violencia en Jerusalén.

El conflicto palestino-israelí se intensificó en lo que va de año, tras la toma de posesión en diciembre de uno de los gobiernos más derechistas de la historia de Israel.

La violencia ha dejado casi 110 muertos desde enero, en su gran mayoría palestinos.

Israel ocupa Cisjordania y Jerusalén este desde 1967. Los palestinos reclaman esos territorios para fundar un Estado independiente.

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