El logo de la nueva Dirección de Asuntos Internos hizo hablar a muchos de “conspiraciones” e “Illuminati”

Se trata de un ojo en una pirámide, que en este caso remitiría al sentido de “vigilancia” de la agencia, pero que es muy similar al Gran Sello de EE.UU., centro de toda clase de teorías de conspiración.

El presidente Javier Milei ordenó la disolución de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) para crear una nueva Secretaría de Estado, el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). En la estructura de la nueva Secretaría de Inteligencia operarán cuatro agencias: el Servicio de Inteligencia Argentino (SIA), la Agencia de Seguridad Nacional (ASN), la Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC) y la Dirección de Asuntos Internos (DAI). Precisamente ésta última llamó la atención de muchos cibernautas, por un apartado gráfico: su logo, que muestra lo que parece ser una pirámide con un ojo en la cima y que recuerda la pirámide que aparece en los billetes de un dólar. Es decir, un símbolo que ha sido analizado hasta el hartazgo por teóricos de toda clase de conspiraciones y que para muchos remite a la masonería y aún a los Illuminati. ¿Qué hay de cierto en todo esto?

En su presentación en redes sociales, la nueva agencia afirmó que tiene “la misión de vigilar el funcionamiento de los órganos del sistema de inteligencia nacional”. La palabra clave es “vigilancia”, y se supone que de allí viene el “ojo que todo lo ve”.

Pero sabemos que este símbolo, también conocido como el “ojo de la Providencia”, tiene una larga historia. Aparece en innumerables edificios masónicos en todo el mundo, y también está en el billete de un dólar estadounidense y en el reverso del Gran Sello de EE.UU. Pero no deja de ser un símbolo cristiano, que muchos artistas han representado sobre la cabeza de Dios, y que aparece en la entrada de muchas iglesias católicas.

El ojo de la Providencia en la entrada del santuario de Schoenstatt, en La Plata. (DIB)

El ojo de la Providencia en la entrada del santuario de Schoenstatt, en La Plata. (DIB)

Se supone que representa la “Divina Providencia”, es decir, la benevolencia de Dios. Como sugiere el nombre del símbolo y su uso temprano, fue inventado como un signo de la compasiva vigilancia de Dios sobre la humanidad.

El triángulo que circunscribe al ojo se considera habitualmente como un símbolo de la Trinidad, es decir el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que son tres y uno a la vez.

Mientras que el ojo, como símbolo de la vigilancia del ser supremo -vigilancia entendida, se supone, como cuidado compasivo-, tiene una historia anterior al cristianismo. Ya que los egipcios tenían un amuleto muy conocido llamado el Ojo de Horus, un híbrido entre un órgano visual humano y otro de halcón. Según la mitología del país de los faraones, al dios rey Horus (a menudo representado como un halcón o con cabeza de halcón) le cortaron los ojos en la batalla con su tío Set. Con la ayuda de Thoth, luego logró curarlos. El Ojo de Horus era, por tanto, un símbolo protector. Hoy en día, de hecho, se sigue vendiendo y hay mucha gente que hasta lo tiene tatuado sin saber cuál es su origen.

El Ojo de Horus, entonces, como amuleto y símbolo, se presume que pasó a la iconografía cristiana como el Ojo de Dios.

Tres ejemplos
Todo confluyó en el siglo XVIII para que el ojo dentro del triángulo pasara a ser un símbolo de suma importancia.

En la Francia posrevolucionaria de 1789, en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, de Jean-Jacques-François Le Barbier, se puede ver al Ojo de la providencia en la parte superior. En este caso, fue utilizado como un símbolo paternal que vela por la nueva nación que proclama igualdad.

Mientras que en Londres, en 1794, Jeremy Bentham encargó al arquitecto Willey Reveley que le diseñara un logotipo para su “Panóptico”, un nuevo modelo de prisión diseñado para permitir la vigilancia continua de cada celda. El diseño resultante incluyó de manera prominente el Ojo de la providencia, un símbolo que representa la mirada sin pestañear de la rectitud judicial, rodeado por las palabras “Misericordia”, “Justicia” y “Vigilancia”.

Pero el uso más conocido y llamativo es el del Gran Sello de los Estados Unidos, y que remite directamente al logo de la nueva DAI. El diseño fue obra de Charles Thompson, secretario del Congreso, quien ideó la pirámide y el Ojo de la providencia en colaboración con un joven abogado y artista llamado William Barton.

La pirámide inacabada estaba destinada a simbolizar “fuerza y duración”, con trece niveles para representar los trece estados originales de Estados Unidos. Y el Ojo de la providencia era un símbolo convencional de la supervisión comprensiva de Dios sobre esta nación incipiente.

Conspiraciones
La masonería y los Illuminati (o Iluminados) utilizaron el “All Seeing’s Eye” como símbolo del Gran Arquitecto del Universo, que es como llaman a Dios.

De hecho, algunos especialistas afirman que estos grupos y sociedades secretas adoptaron el símbolo después de que fuera difundido por las revoluciones en Francia y EE.UU., y no al revés, más allá de que en ambas revueltas la masonería tuvo un papel muy importante.

La cuestión es que la cultura popular actual relaciona el símbolo con conspiraciones y gobiernos ocultos del mundo. Así, aparece hasta en dibujos animados, como es el caso de Gravity Falls, donde le da forma a un un personaje llamado Bill Cipher.

Cuando se difundió durante la noche de este lunes el diseño del logo de la DAI, en redes sociales de inmediato se hicieron eco de todo tipo de teorías.

De esa forma, en respuesta al primer posteo en X de la cuenta @DAI__Argentina, en el que se explica el rol de la nueva agencia, se vieron frases como “Pero por qué un logo ILLUMINATI??”, “El escudo masón a pedido de quién?” y “Ni ocultan que son una logia”.

Detalle: el Gran Sello de EE.UU., como se ha mencionado, tiene trece escalones que representan las colonias fundadoras. En el caso del logo de la DAI, hay nueve filas y 56 “ladrillos”. Y de la pirámide salen los rayos del Sol, que presuntamente está detrás.

Un golpe de efecto, entonces, con la que el Gobierno de Milei echó un poco más de leña al fuego de los llamados “conspiracionistas”. (DIB) MM

Por Marcelo Metayer, de la Agencia DIB

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