El Senado bonaerense analizó y dio impulso a dos iniciativas relacionadas con el uso de tecnología en instituciones educativas.
En medio de la regulación que la Ciudad de Buenos Aires hará en torno al uso que los estudiantes de jardines de infantes y escuelas primarias y secundarias puedan hacer de sus teléfonos celulares en el aula, en las instituciones bonaerenses también se buscará trazar un límite.
Es por ello que la comisión de Legislación General del Senado bonaerense despachó de forma unánime un proyecto unificado del legislador camporista, Emmanuel González Santalla, y de la senadora del GEN, Lorena Mandagarán, para promover el uso responsable de las pantallas en las escuelas primarias y en la primera niñez.
En ese sentido, el oficialismo y la oposición dieron impulso a un proyecto para usar de manera responsable los celulares durante la estadía de los alumnos en las escuelas primarias, y para concientizar acerca de los riesgos que tiene la exposición de las pantallas en los niños de hasta 12 años. A diferencia de la CABA, el mayor límite en provincia es para alumnos de la primaria.
Por eso, no podrán utilizar sus celulares durante la jornada educativa, salvo que lo requiera y/o autorice el docente a cargo para dar cumplimiento a los objetivos pedagógicos propuestos en el plan de estudio correspondiente. El proyecto ahora será llevado al recinto en el Senado pero se descuenta que será aprobado.
En suelo porteño, según lo anunció Jorge Macri, desde ahora en las escuelas primarias y los jardines queda bajo responsabilidad de las familias que sus chicos lleven celulares, pero no podrán usarlos durante las clases y los recreos.
En el secundario, en tanto, los teléfonos y tablets deberán estar guardados durante las horas de clase, excepto en las actividades pedagógicas planificadas. Aunque quedan exceptuados de esta regulación aquellos estudiantes que requieran del uso de un dispositivo personal digital como apoyo para el aprendizaje.