Kuraq, que significa “hermano mayor”, nació en febrero del año pasado y es hijo de la pareja reproductora Rawson y Curá. Permanecerá unos cinco meses en el Ecoparque, en un período de preadaptación, para luego ser liberado en Río Negro.
En Olavarría se inició el operativo de traslado de un pichón de cóndor andino, nacido en el Bioparque Municipal “La Máxima”, con destino al Ecoparque de Buenos Aires. Es en el marco del Proyecto de Conservación del Cóndor Andino, del cual forma parte la ciudad bonaerense.
Kuraq, que significa “hermano mayor”, nació en febrero del año pasado, es hijo de la pareja reproductora Rawson y Curá. Como hecho inédito, al mismo tiempo se produjo recientemente la postura de un huevo, lo que no sucedía desde finales del año 2022, de acuerdo con el sitio InfoEme.
El pichón fue trasladado esta madrugada y contará con el acompañamiento del personal de “La Máxima” y de una médica veterinaria, para realizar un seguimiento durante el viaje. Kuraq permanecerá unos cinco meses en el Ecoparque, en un período de preadaptación, para luego participar de la liberación en las Sierras de Pailemán, provincia de Río Negro, junto a otro ejemplar. Esto se da en el marco de la iniciativa que promueve “El retorno del cóndor al mar”.
Bruno Vitale, director del Bioparque Municipal “La Máxima”, explicó: “Las parejas reproductoras son monógamos, se eligen de por vida. Es difícil la reproducción, pero a veces congenian tanto el macho como la hembra y tenemos buenos resultados”, como es el caso de Olavarría, que realiza un importante aporte al Proyecto de Conservación del Cóndor Andino (PCCA). Rawson y Curá son parte del proyecto de conservación desarrollado por la Fundación Bioandina, que tiene por finalidad la protección y el cuidado de estos majestuosos animales.
A su vez, explica InfoEme, el Bioparque Municipal “La Máxima”, junto al Ecoparque de Buenos Aires, forma parte del Programa de Conservación del Cóndor Andino, con otras instituciones nacionales e internacionales. En el marco del Programa se trabaja desde hace más de treinta años para que el cóndor vuelva a poblar la Costa Atlántica de Patagonia. Por más de un siglo estuvo extinto y con un enorme esfuerzo se logró que volviera a su antigua área de distribución.
Los cóndores andinos, cuyo nombre científico es Vultur gryphus, son aves impresionantes que desempeñan un papel crucial en el ecosistema. Son conocidos por ser las aves voladoras más grandes del mundo, con una envergadura que puede superar los tres metros. Su importancia ecológica es innegable: como carroñeros, los cóndores andinos ayudan a limpiar el medio ambiente de restos de animales muertos, lo que previene la propagación de enfermedades y contribuye al equilibrio del ecosistema. Sin embargo, tienen una baja tasa de natalidad, lo que hace que cada cría nacida sea un acontecimiento significativo para la conservación de la especie.