Por primera vez en la historia, fue rechazado un decreto de necesidad y urgencia, con lo que se confirmó el fuerte revés del Gobierno que ya se preveía desde que en el inicio de la sesión del Senado se dispuso la incorporación de la cuestión al temario.
Poco después de haber sufrido el oficialismo un fuerte revés en el Senado, con la aprobación del proyecto de Financiamiento Universitario, que se convirtió de esa manera en ley, la oposición le asestó al Poder Ejecutivo otra derrota legislativa en las primeras horas de este viernes al aprobar el rechazo al decreto de necesidad y urgencia 656/24, correspondiente a la asignación de fondos reservados para la Secretaría de Inteligencia del Estado.
El resultado de la votación fue de 11 votos a favor del decreto, 49 en contra y 2 abstenciones. Concretado ese rechazo, por primera vez en la historia desde que existe la reglamentación de los DNU, un decreto de necesidad y urgencia corrió esa suerte. Sucedió exactamente a las 2.19 de la madrugada de este viernes.
Votaron a favor del DNU los 6 senadores de La Libertad Avanza, Luis Juez y Carmen Álvarez Rivero por el Pro; Carlos “Camau” Espínola y Edgardo Kueider, de Unidad Federal; y la tucumana Beatriz Ávila, del bloque Por la Justicia Social.
Por la negativa se inclinaron 30 senadores de Unión por la Patria (tuvieron tres ausentes en toda la jornada: Lucía Corpacci, Silvina García Larraburu y Gerardo Montenegro); 11 de los 13 radicales; Alfredo De Angeli, Victoria Huala y Guadalupe Tagliaferri, del Pro; los santacruceños José Carambia y Natalia Gadano; el exoficialista Francisco Paoltroni; la cordobesa Alejandra Vigo, de Unidad Federal; y la chubutense Edith Terenzi, de Cambio Federal.
Si bien habían dicho que se abstendrían, los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut se retiraron del recinto antes de votar. Tampoco estuvieron en la votación los radicales mendocinos Mariana Juri y Rodolfo Suárez; Juan Carlos Romero y Lucila Crexell por Cambio Federal; y la rionegrina Mónica Silva.
Las abstenciones correspondieron a la chubutense Andrea Cristina, de Cambio Federal, y el misionero Martín Goerling Lara, del Pro.
A esa instancia se llegó luego de que en el inicio de la sesión el bloque de Unión por la Patria solicitara que el DNU 656 fuera incorporado al temario, como estaba previsto para la semana pasada. En la reunión entre Victoria Villarruel y jefes de bloques del miércoles, el oficialismo y sectores dialoguistas habían acordado retirar el decreto del debate. Antes de eso habían estado en Casa Rosada con el presidente Javier Milei. Más tarde, también, desde el Poder Ejecutivo enviaron una nota pidiendo una “sesión secreta” en la Cámara alta para que funcionarios pudieran asistir a explicar los motivos del DNU.
Así las cosas, se esperaba que el oficialismo lograra postergar una semana más la discusión. Aunque Unión por la Patria había anticipado que pujaría por la inclusión del DNU al temario. La sorpresa fue que -tras la polémica que envolvió al partido en las últimas horas- desde la Unión Cívica Radical avalaron que el decreto fuera tratado este jueves, en último lugar.
Desde La Libertad Avanza, el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, pidió que se pasara a votación el acta de labor, sólo con los temas de boleta única de papel y financiamiento universitario. Pero al hablar el jefe de la UCR, Eduardo Vischi, presentó otra moción para que se incorporara el DNU al temario como último tema.
Tras un breve ida y vuelta reglamentario, se sometió a votación el acta y plan de labor con los dos temas que estaban previstos y resultó rechazada. Además de UP, no levantaron la mano los senadores de la UCR, Guadalupe Tagliaferri (Pro) y Edith Terenzi (Cambio Federal). Luego José Mayans dijo que retiraba su moción y acompañarían la de Vischi, y así se hizo.
El DNU sobre la SIDE había sido rechazado por la Cámara de Diputados el pasado 21 de agosto, con 156 votos afirmativos, 52 negativos y 6 abstenciones.
El debate
Inmediatamente después de aprobado el proyecto de Financiamiento Universitario, el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, llamó a abordar el tema del DNU.
Abrió el debate el riojano Juan Carlos Pagotto quien precisó que “estos fondos destinados a gastos reservados no son solamente para la SIDE, sino que incluyen a otros organismos”. “Estos fondos que en principio hay una Ley de Seguridad que dice que tienen que ser discutidos de manera secreta”, señaló en el inicio, recordando que debería ser discutido el tema en la Bicameral de Inteligencia, que dirigen opositores.
“Esto viene a poner una actualización en un contexto inflacionario”, remarcó el legislador, agregando entre otras cosas la actualización de tecnología, adquisición de informes y consultoría, entre otros temas.
Pagotto sostuvo que históricamente la SIDE “ha venido siendo desfinanciada”, y se dedicó después a detallar de qué manera había sido sucedido eso desde el Gobierno de Néstor Kirchner a la fecha.
“Ningún país puede sobrevivir sin un servicio de información”, dijo, siendo corregido ahí por el senador Oscar Parrilli, quien le aclaró que el servicio es de “inteligencia”, no de información, lo que motivó una farragosa interpretación del senador libertario. Sorteada esa cuestión, Pagotto consideró “vital para cada gobierno contar con la información necesaria para tomar las decisiones necesarias. No necesariamente la inteligencia es para perseguir enemigos internos… Eso ya lo vivimos”.
Pagotto insistió en que la ley dice que los gastos reservados deben ser analizados en el marco de una comisión, y aclaró que por esas circunstancias debían ser muy cuidadosos en lo que se dice en la materia, porque “por encima de todo está la seguridad de la Nación”.
Con todo, pidió a sus pares la aprobación de ese decreto, en aras de una seguridad nacional “que no es para un grupo, sino para la Nación argentina en su conjunto”.
A continuación habló el senador Parrilli, titular de la AFI en tiempos de Cristina Kirchner, quien sostuvo que su bancada había manifestado su disposición a discutir, de ser necesario, una nueva ley de inteligencia. “No entendimos cuál era el objetivo de hacerlo por DNU”, remarcó el legislador, admitiendo que coincidían en algunas cosas, como en la creación de una Dirección de Ciberseguridad.
Según Parrilli, esto generó una fuerte repercusión en el Gobierno, asegurando que en realidad quieren la inteligencia para espionaje interno. De hecho, sostuvo que este Gobierno hizo espionaje político, razón por la cual “se decidió modificar la AFI y desplazar al jefe de Gabinete”. Al salir este decreto 656 “comenzamos a ver que aparecen aquellos que querían hacerse de estos cien mil millones de pesos”, advirtió.
Habló luego de la existencia de trolls que se dedican a perseguir y agraviar a simples ciudadanos, y que esos trolls eran asiduos visitantes de la Casa Rosada. Todo eso según una nota publicada en la revista digital Crisis. Luego citó otra nota, en este caso de Clarín, también referida al accionar de los trolls.
Por último, agregó, salió algo que consideró “más grave” que es un comando creado por Patricia Bullrich, quien estaría muy interesada en esos fondos, al punto tal de estar dispuesta a concurrir al Congreso para informar. “No tiene nada que informar”, observó.
“Aquí estamos en una pelea entre distintos funcionarios para hacer espionaje político interno”, resumió el senador kirchnerista.
A continuación, el radical Pablo Daniel Blanco fundamentó su rechazo al DNU señalando que lo que establecía el mismo ameritaba una ley, e ironizó diciendo que a los legisladores los consideran “degenerados fiscales”, ante lo cual ellos podrían considerar al presidente “degenerado institucional”, teniendo en cuenta que la Constitución limita al mandatario a emitir decisiones legislativas, como la creación de la SIDE y la asignación de recursos para ese nuevo organismo.
Aclaró que él no objetaba que la SIDE necesite más o menos recursos; “lo que cuestiono es el instrumento legal elegido por el presidente”, sugiriéndole al mandatario disponer esas medidas a través del Presupuesto, o bien un proyecto de ley que mande al Parlamento.
El senador Francisco Paoltroni, recientemente excluido del bloque oficialista, también confirmó su rechazo al DNU, argumentando que acompañarlo “sería perder la coherencia”, porque no encuentra “justificativos ni argumentos para poder acompañarlo”.
El presidente del bloque Pro, Luis Juez, intervino a continuación, lamentando “la oportunidad perdida” de escuchar a los responsables de Inteligencia, la ministra de Seguridad y el de Defensa. Sin ánimo de polemizar, dijo que de haber llevado a cabo la sesión secreta que la principal oposición no quiso conceder hubieran podido hacerlo, aunque aclaró sus resquemores hacia todo lo que sean servicios de inteligencia. “Institución que nunca pudo prevenir ninguna de las tragedias que la Argentina vivió”, remarcó.
Contó que el tema le fue planteado el miércoles al presidente de la Nación, al que se le sugirió pedir por nota esa sesión secreta, para tomar una decisión bien resuelta. Perdida esa oportunidad, se quejó porque “hay una decisión de voltear ese DNU. Esas oportunidades son difíciles de que las volvamos a tener”.
A su turno, el formoseño José Mayans aclaró que se trataba de “un tema muy delicado” que merece ser “tratado con responsabilidad”. “El problema acá es que se utiliza la inteligencia criminal no para buscar información sobre temas de narcotráfico, las mafias organizadas, que es lo que hace falta”, sino que “de la noche a la mañana se aumenta el presupuesto en un 15.556 por ciento. Aparte de tocar la Ley de Inteligencia por DNU”, cosa que no puede hacerse, remarcó.
“Acá hay un trabajo para la comisión de inteligencia que preside el senador Lousteau. Se gastaron 81 mil millones en 15 días. Más vale que lo van a tener que hacer, porque acá hubo hasta condenas por el uso y abuso de recursos de inteligencia”, sostuvo, cuestionando la sesión secreta que se preveía hacer, que interpretó como una maniobra dilatoria.
Una muestra del reducido número de miembros que tiene el oficialismo la dio que el cierre del debate lo hiciera el senador Juan Carlos Pagotto, que volvió a hacer uso de la palabra, para hablar de la degradación del sistema de seguridad. “Hay varias razones por las que tenemos que tener un servicio de inteligencia; el hecho de que se haya utilizado mal no quiere decir que tengamos que actuar como si siempre se fuera a actuar mal. Para eso está la Comisión Bicameral que tiene que controlar”, sostuvo.
“Podemos discutir hasta el hartazgo y hemos tenido ejemplos de la mala utilización de los servicios de inteligencia, pero tenemos la obligación de que esto funcione y la mejor manera de que así sea es comenzar a controlar y que la SIDE cumpla las funciones determinadas”, expresó el senador riojano.