Con premios internacionales
Uno de los placeres más grandes de las vacaciones además de no tener horarios y disfrutar al máximo del ocio es comer. Saborear, sentir ese aroma del plato preferido, sacar fotos para compartirlas con los amigos en las redes y tomarse el tiempo que se desee en hacer la sobremesa, tan vilipendiada en los últimos tiempos.
Miramar no sólo es el paisaje perfecto para relajarse y desconectar, sino que esconde algunos de los proyectos gastronómicos premiados en nuestro país y en el mundo. Así que esta ciudad tiene más de una excusa para ser la elegida del verano, es un verdadero imán para los sibaritas.
Cuatro artistas del sabor:
Uno
Unos 45 participantes cocinaron con su mejor receta en el World Paella Day convocado este año en Valencia. Y entre pares de España, México, Inglaterra, Japón, Perú, Colombia, Australia y Francia y otros, los argentinos Juani Kittlen y su socio Juan Mejías ganaron un tercer puesto del Concurso de Paella Valenciana en Sueca. Su magia paellera se puede disfrutar mucho más cerca de casa que España, en el restaurante Socarrat, ubicado en Calle 18 y 23 de Miramar. Cuenta Juani que, en parte, el gran secreto es utilizar arroz de la variedad sendra, alubias, pollo, conejo y caracoles de tierra, todos ellos ingredientes clave de la paella valenciana. Son los caracoles, alimentados a base de romero los que le aportan un sabor especial, y el garrafón -una suerte de alubia muy particular- lo cual le da, con la cocción, la textura cremosa que se siente en boca y le da el toque único.
Kittlen viene de familia gastronómica y siempre le gustó cocinar. Socarrat fue una construcción que llevó casi una década. “Siempre cociné de todo, pero buscaba un producto que me identificara y ahí nació la idea de la paella, el arroz aparece una temporada en que comencé a crear arroces cremosos y risottos. Encontré en el producto ese alimento versátil que se podía sumar a los pescados y las carnes de manera muy
noble. Le fui dando forma, aprendiendo, llegó la paella y me di cuenta de que era lo que quería profundizar, con el agregado de que la respuesta de los clientes era muy favorable”.
“Socarrat es una idea que nace una mañana de café con Juan, mi socio. Le dije que quería algo propio y acordamos armarlo, sumando a mi primo y otro amigo en el equipo, cada uno en lo suyo. Hace diez años investigamos, estudiamos, crecemos y este fue el 3er año consecutivo que viajamos a España a buscar una especialización y nos fue fantástico en el Concurso. Sin embargo, también hacemos en el local cocina mediterránea, carnes maduradas y pastas”, comentó el cheff.
Dos
El cubano Miguel Sánchez prepara una de las mejores pizzas del mundo. Será por su pizza de mojito, por la de pera con roquefort, la de arenque ahumado, la que se cocina con oro comestible 24 kilates y hongo de pino o la que lleva huevas de caviar de esturión?. “El secreto está en la cocción de la masa”, cuenta Miguel, quien tras competir en varias oportunidades y salir en los primeros puestos en diversos concursos del mundo, participó del Mundial de la Pizza organizado por APYCE, en Costa Salguero y ganó el segundo puesto. “Tras un largo camino que no fue siempre aquí, decidimos con mi mujer venir a vivir a Miramar e instalamos Mima, nombre con el cual llamamos a nuestras abuelas en Cuba. Todo comenzó en 2019, cuando yo trabajaba en una pizzería con mi suegro. Un día me enteré de un campeonato, me anoté y ahí aprendí que una pizza no es meramente agua, sal, levadura y harina; hay que tener en cuenta que llevan un proceso de fermentación muy difícil, con masa de alta hidratación, usando harinas con alta proteína, un montón de detalles que hay que tener en cuenta. Así fue como entré al mundo de los fermentos, de la magia del fermento, de la levadura, de las proteínas, de los gases, de las azúcares, de cómo funciona la harina y qué es una pizza de verdad. Así descubrí que existen cientos de estilos de pizzas, de diferentes lugares del mundo. Entré en el mundo de la verdadera pizza», comenta entusiasmado.
“Al ser un apasionado por lo que hacés, marcás la diferencia con los otros. Una pizza nuestra tarda tres días en elaborarse; nos preocupamos por la materia prima; que la harina tenga el P/L indicado, la proteína
adecuada para el proceso que queremos lograr. Lo mismo para la muzzarella, la salsa de tomate. Traemos todo de los mejores lugares y eso nos cuesta mucho más caro. Queremos tener un standard de calidad y apuntamos a ser la pizzería referente de Miramar, ubicada en la Avenida 9, ese es el objetivo para este año y el siguiente”, asegura mientras relata los pormenores de su vida, sus problemas de salud y la compañía permanente de su esposa y su hijo Máximo, quien sigue sus pasos de profesional pizzero ganando varias menciones en diversos concursos.
Tres
¿Quién no se relame con un churro, cuando cae el atardecer en la playa y empieza la ceremonia del mate? Hay un cuarteto miramarense que se apasiona por los churros y un día se juntaron y crearon TuChurrito, que fue creciendo al compás de la producción. “Lo que caracteriza nuestros churros, cuenta Celeste, además de que salen calentitos y recién hechos, es que rellenamos en el momento a pedido del consumidor. La masa nuestra es salada, pero tenemos opciones para rellenar además del clásico dulce de leche, como el de membrillo, batata, crema pastelera, frutos rojos, nutela, están los bañados en chocolate y, después, las versiones saladas con cheddar, roquefort, jamón y queso. Además, para las fiestas, cada año lanzamos una versión limitada que este año será de vitel toné. El año pasado hicimos nuestra propia versión del alfajor Havanna por el aniversario de Mar del Plata, creamos el churro con ojuelas de sal marina. Nos encanta sacar versiones limitadas para determinadas épocas del año como en la Fiesta del kiwi, que hacemos churros rellenos con mermelada de Kiwi. Nuestro emprendimiento es familiar, trabajamos mi marido Gabriel y yo, Horacio y Rocío, que somos dueños y nuestros hijos y sobrinos que ayudan en temporada y aprendiendo el oficio. La receta es propia, la logramos después de probar mucho tiempo. El nuestro es un churrito seco, crocante, con una estrella especialmente diseñada de 14 puntas para que tenga más pliegues, usamos aceite vegetal de girasol alto oleico de primera calidad y no usamos grasa ni manteca o sea que podemos decir que también son veganos. Nuestro lema es De Miramar al Mundo y por eso abrimos local en Wilde este año y lo decoramos con las mejores fotos de Miramar, para que la gente descubra este lugar hermoso” cuenta Celeste. La tercera temporada que llega con este verano, el proyecto es vender los churros
en la playa, pero los que quieran comprar en el local TuChurrito se encuentra en Avenida 23 entre 12 y 14.
Cuatro
Los argentinos somos locos por los alfajores. De hecho, son casi un invento argentino, derivado de los dulces que trajeron los andaluces en el S XIX, quienes copiaron un postre de origen árabe llamado Al-Hasú, que significa “el relleno”. Y es el relleno de los alfajores Mamá Norma lo que enloquece los sentidos y despierta la gula. De hecho, en 2022 fue elegido el Mejor Alfajor Simple de Dulce de Leche del mundo
Norma era repostera y, mientras cocinaba sus encargos, su marido le hacía compañía en la cocina. Para regalonearlo, le preparaba unos alfajores de maicena cubiertos con chocolate que le salían tan ricos que empezaron a venderse de a cantidades. Ahí nace la idea de hacer una tapa de alfajor y, entre prueba y error, comenzaron los pedidos de una docena, dos docenas. A medida que se corría la voz, los alfajores se terminaban y los otros productos no, hasta que el matrimonio decidió dedicarse exclusivamente a estos bocadillos endiablados que nos embrujan, aun en época de dieta.
“Nuestra empresa lleva el nombre de mi mamá. Ella era el eje de la familia, nuestra guía, nos orientaba. Yo también soy Norma y, según mi mamá, cuando yo era chica les hacía a todos -que éramos muchos- la Exquisita con granas para todos los cumpleaños. Hice un curso, ya de grande, donde aprendí mucho y me sorprendí a mí misma de cómo salían los productos y mamá me decía que lo había heredado de mi bisabuela, porque ella era especialista en guisos. Así empecé a mezclar masas, huevos, leche y comencé. Mi marido, Darío Marcelo, fue el que perfeccionó la masa del alfajor. Él era peluquero en Europa, peinaba reinas, princesas y farándula europea y era muy conocido. Cuando nos conocimos, el creyó que me hacía la cabeza y yo le hice el estómago y así nos casamos. Así, cansado de su oficio, empezamos este emprendimiento. El ya no está, pero nosotras, con mi hija mayor seguimos. Ella se puso a estudiar historia, pero yo continué y un día participé del Mundial de Alfajores y ganamos Medalla de Oro al mejor alfajor blanco del mundo relleno de duce de leche. ¿Quién iba a imaginar
que una fábrica chiquita de Miramar iba a llevarse el podio? pero acá estamos. Miramar siempre fue mi lugar en el mundo, veníamos de vacaciones a Chapadmalal y un día compramos esta casita y nace, hace 14 años, Mamá Norma. Nuestro alfajor es totalmente artesanal, hacemos todo de cero, el dulce lo saborizamos con nuestra pócima mágica para que sea diferente con una tapita crocante y le ponemos fruta, dulces, hacemos chocolates, galletitas, vendemos conservas y mermeladas locales. Envasamos nuestro dulce de leche y dulce de leche al café y preparamos el primer alfajor de kiwi y coco, porque en Miramar está una de las más grandes producciones del país. Los hacemos de batata, durazno, membrillo y cuatro especiales el relleno de dulce de leche con frambuesa, el que tiene corazón de ganache de limón y el de café. Sumamos budines, barras de chocolates con frutos secos, galletitas con nuez o pasas de uva y de limón o naranja con coco basadas en chocolate. El único lugar donde nos encuentran es en la ciudad, en esta casita histórica muy cerca del mar. Llegan los contingentes durante todo el año que pasan cuando vuelven del Vivero y del Bosque Energético”, cuenta Norma con esa pasión del emprendedor.
Con apenas cuatro historias se puede decir que Miramar, con sus muchos premiados a nivel nacional e internacional, se encumbra como el destino aspiracional de todo sibarita que se precie de tal. Será cuestión de decidirse y, a las vacaciones, sumarle la mejor gastronomía de la Costa Atlántica.