Olavarría sufre el cierre de la Fábrica de Bolsas Industriales y la pérdida de más de 150 puestos de trabajo en la localidad de Hinojo.
La comunidad de Hinojo, una pequeña localidad de menos de 3 mil habitantes en el partido de Olavarría, quedó sacudida por el anuncio de cierre definitivo de la histórica Fábrica de Bolsas Industriales, lo que implicará la pérdida de 100 puestos de trabajo directos y al menos 50 empleos indirectos.
La decisión fue tomada por la multinacional chilena CPMC, dueña de la Fábrica de Bolsas Industriales y conocida en el país vecino como La Papelera, y lo anunció sin previo aviso mientras aún ingresaban camiones con insumos a la planta ubicada en la localidad bonaerense de Hinojo.
Es preciso mencionar que, el impacto de esta noticia se sintió con fuerza en todo el municipio de Olavarría, y encendió las alarmas en un escenario económico nacional y local que ya es delicado para las familias, los trabajadores y las autoridades.
“Somos como mínimo 150 personas sin trabajo. A los que están en la planta hay que sumarles los tercerizados: mantenimiento, limpieza, comedor, talleres externos. Todos quedamos afuera”, explicó el delegado del Sindicato de Papeleros de Olavarría, Sergio Urrutia, en declaraciones a medios locales.
Según relató Urrutia, la medida de la multinacional chilena fue tan repentina que ni siquiera la logística externa había sido notificada. “En el momento en que nos estaban comunicando el cierre, estaban llegando camiones desde Brasil con bobinas de papel. Ni siquiera les avisaron que no vinieran. Fue intempestivo”, expresó.
En tanto, la planta de la Fábrica de Bolsas Industriales operaba en Hinojo desde hacía más de seis décadas, y supo ser el corazón económico de la localidad. En sus mejores años, llegó a emplear a más de 250 personas, transformándose en la principal fuente laboral de la región.
“La compró esta empresa chilena en los años 90. Antes eran propietarios de la zona. Hoy somos simplemente un numerito para ellos”, señaló el delegado del Sindicato de Papeleros del municipio de Olavarría con tristeza, no sólo por la pérdida de su propia fuente de trabajo, sino también por la de sus pares.
De acuerdo al testimonio del dirigente sindical, la compañía ya habría empezado el proceso para trasladar toda la maquinaria que hoy se encuentra en Hinojo a Chile, y dejó en claro que no se trata de una suspensión de las actividades de la planta radicada en Olavarría, sino de un cierre definitivo.
“Extraoficialmente nos llegó que ofrecieron fabricarles bolsas desde Chile a nuestros principales clientes, como Cementos Avellaneda y Loma Negra. Fabricar afuera y traer el producto a Argentina”, comentó Urrutia respecto de los motivos que tuvo la multinacional para ponerle fin a la planta en Hinojo.
Es que, el deterioro del contexto económico nacional, la caída de la demanda y la apertura a las importaciones fueron factores claves que inclinaron la balanza en favor de la importación. “Les sale más barato producir en Chile. Acá no quieren seguir”, afirmó Urrutia.
Sin embargo, la decisión de la multinacional no contempló que el cierre definitivo de la Fábrica de Bolsas Industriales no solo deja a decenas de familias sin sustento, sino que además genera un vacío en la estructura económica de Hinojo, ya que la planta formaba parte de la identidad del pueblo.
Para Olavarría, el cierre de la Fábrica de Bolsas Industriales se suma al reciente despido masivo en la fábrica Cerro Negro, donde también se perdieron fuentes laborales con la paralización de la línea de pisos. El panorama para la localidad es profundamente desalentador, y muestra una tendencia preocupante para el sector industrial de la región.
Desde el sindicato local expresaron frustración frente a un marco legal que les impide frenar la medida. “Legalmente no podemos hacer nada. Pagan la indemnización completa más un 15% adicional. El Ministerio de Trabajo también nos dijo que, si cumplen con eso, pueden hacer lo que quieran”, detalló Urrutia.
Mientras tanto, la empresa inició conversaciones individuales con los trabajadores para cerrar acuerdos económicos. De no llegar a un entendimiento, los telegramas de despido comenzarán a llegar este viernes. “La mayoría ya se dio por vencida. Muchos aceptan porque necesitan el dinero. Hoy no te alcanza para mucho, pero es algo”, sostuvo el delegado.
En tanto, las historias detrás de cada despido son diversas y dolorosas. Hay empleados con más de 40 años en la planta y jóvenes que apenas habían ingresado. “Yo tengo 59 años y 29 trabajados. Me faltaban años para jubilarme. Hay de todo”, resumió el dirigente sindical de Olavarría.
A modo de contención, la empresa contrató a una consultora privada para ofrecer capacitaciones y asesoramiento financiero, aunque los trabajadores no lo perciben como una solución real: “Es una lavada de culpa disfrazada. Te enseñan cómo gastar tu indemnización y cómo armar un currículum, pero el daño ya está hecho”, señalan los trabajadores.
Cabe señalar que, el cierre de la Fábrica de Bolsas Industriales no solo deja una estructura abandonada en la localidad bonaerense, sino que representa una herida abierta para una comunidad que durante décadas encontró en esa fábrica su motor de progreso. Ahora, la incertidumbre se apodera de Hinojo, que deberá enfrentar una dura reconstrucción social y económica.
Crisis en Olavarría: Cerro Negro anunció despidos masivos
El cierre de la Fábrica de Bolsas Industriales no es el primer revés que sufren los vecinos de Olavarría. La reciente decisión de la empresa Cerro Negro de despedir a 96 trabajadores en la planta local también generó una profunda preocupación en la comunidad, y entre los representantes sindicales.
En el caso de Cerro Negro, la compañía ceramista argumenta que los despidos masivos responden a una significativa caída en la demanda de materiales de construcción y a la paralización de la obra pública, factores que habrían afectado negativamente sus operaciones.
Sin embargo, la Federación de Obreros Ceramistas (FOCRA) de Olavarría, cuestiona la versión de las autoridades de la empresa, al señalar que la compañía realizó transferencias millonarias a otras compañías del mismo grupo económico durante 2024, lo que indicaría una situación financiera más sólida de lo que se admite públicamente.
En tanto, el gremio ceramista solicitó la intervención del Ministerio de Trabajo bonaerense, que dictó la conciliación obligatoria para frenar temporalmente los despidos mientras se desarrollan las negociaciones. Sin embargo, hasta que se resuelva, los trabajadores despedidos no perciben sus salarios correspondientes.