Con una maza y chalecos de la Policía, causaron terror en una casa de Gonnet

EN 25 Y 487, CERCA DE LA MEDIANOCHE

Eran cinco. Encerraron a un matrimonio y a su hija en un baño, revisaron la propiedad y escaparon con dinero. Una persona vio lo que ocurría y activó la alarma vecinal. Para un investigador “es gente de afuera”

Eran cinco. Todos iban encapuchados, armados, vestidos con chalecos de la Policía y actuaban de manera profesional, con movimientos medidos y objetivos claros. Con la oscuridad de la noche como aliada, saltaron por sobre la reja para entrar a la propiedad. Luego, con una maza y velocidad de especialistas, derribaron la puerta principal.

El dueño de casa los vio apenas ingresaron. Sacando provecho de la sorpresa se abalanzaron sobre él y no le dieron tiempo a reaccionar. De un culatazo lo tiraron y se metieron detrás de él. Adentro, esperaban su mujer y una de las hijas de ambos. Las redujeron al instante y pasaron a la fase dos del golpe.

Con los tres integrantes de la familia encerrados en el baño comenzaron a revisar las habitaciones de la casa. Pensaban llevar a cabo una búsqueda exhaustiva, pero no contaron con una eventualidad que los obligó a “apurar el trámite”.

Según le contó una frentista a este diario, un vecino alcanzó a observar la maniobra y apretó sin dudarlo el botón que activó la alarma vecinal. Los ladrones escucharon la sirena y entendieron que no podrían permanecer mucho más tiempo.

Entonces juntaron todo el dinero que consiguieron y escaparon del lugar. La secuencia se extendió por unos 10 minutos que, para los damnificados, se tornaron eternos. Cuando finalmente salieron del baño, la Policía arribó a la escena. Los asaltantes se habían ido y al cierre de esta edición eran intensamente buscados. Cita eldia.com.

El violento episodio ocurrió el martes pasadas las 23, en una finca ubicada en 25 y 487, en el límite de Gonnet con City Bell. En esa manzana, “hace una semana se concretó otro robo”, denunció un morador de la zona.

La dueña de casa intentó hablar con este medio, horas después de que sucediese.

Apenas alcanzó a contar su relato, se quebró y ya no pudo seguir. El recuerdo de esos minutos fue demasiado.

DE “AFUERA” Y CON DATOS

Para un investigador los delató su accionar: “Por el modus operandi, son tipos que vienen de afuera y con algún dato”, calculó. Estos grupos suelen actuar en área periféricas del distrito. En particular hacia el norte y el oeste: City Bell, Gorina, Abasto, Lisandro Olmos.

La fuente calculó que pueden venir de “Florencio Varela, Bosques o Francisco Solano”, puntos del sur del Conurbano linderos o cercanos con el Gran La Plata.

Esta vez, los ladrones llevaban un “chaleco” de transporte, donde los agentes suelen cargar el handy y las esposas. En tanto, se desconoce el auto que utilizaron para trasladarse, una pista que será fundamental para cotejar con los registros de las cámaras de seguridad.

Entre los pesquisas se coincidía ayer en que el asalto indica un procedimiento de delincuentes con un nivel alto de preparación con respecto a lo que suele verse en La Plata. “Es muy posible que hayan huido en dirección al Camino Belgrano o a la ruta 36 con la intención de ir para el norte”, calculó un investigador vinculado a la causa.

El ataque guarda algunas similitudes con el que también cinco sujetos llevaron adelante en una casa de 508 entre 14 y Camino Centenario -ver aparte-.

Como viene informando este diario, en el área comprendida entre Arturo Seguí y Tolosa hay denuncias vecinales que indicarían una “ola” de inseguridad. Todo se habría complicado desde el verano.

En febrero, entre City Bell y Gonnet hubo dos intentos de entradera (uno muy violento), un robo exprés a una estación de servicio y un asalto armado en una carnicería, todos en un lapso de tres días.

Con el tiempo, la situación fue recrudeciendo y los picos se dieron entre mayo y agosto, según el calculo de vecinos y asociaciones de la zona. En Ringuelet, una serie de atracos a mano armada tuvo en vilo a los frentistas de 511 a 508 y de 6 a 9.

La problemática abarcó también a Hernández, Gorina y Villa Elisa, donde un grupo de motochorros tuvo en jaque a comerciantes y moradores de la zona.

Solamente en una semana de agosto, los vincularon a unos nueve atracos, cuatro de ellos en medio de un raid delictivo que comenzaría en 481 y 28 con el ataque a una carnicería y culminaría tres horas más tarde, en una ferretería de Centenario y 423.

BARRIO CONMOCIONADO

“Es terrible lo que pasó. Este era un barrio tranquilo, ahora tenemos robos al menos una vez por semana”, remarcó una vecina de la zona de 25 y 487. Según le dijo a EL DIA, “quedamos todos con miedo. Hace poco entraron en una casa que está a la vuelta. Tuvimos que poner la alarma vecinal, pero parece que nada los detiene”, detalló.

“Al hombre lo golpearon mucho y se descompensó, pero ya está bien”, añadió.

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