Las promociones de raigrás representan una tecnología que se ha introducido fuertemente en la Cuenca del Salado y qué, con sus distintas modalidades de ejecución, ha sido adoptada por muchos Productores de nuestra zona por su sencilla manera de implantación, su bajo costo relativo y por su importante respuesta productiva.
Desde lotes que cuentan con un banco de semillas de raigrás criollo natural, simplemente con clausuras, pulverizaciones con Glifosato o talado de los potreros a diente, o lotes donde se agrega semilla de raigrás con fertilizadora o con siembra, nos encontramos con una técnica que puede transformar fuertemente los resultados productivos y económicos de nuestra Cuenca.
Cuando poseemos este “verdeo de invierno”, llamado promoción, y en función de sus altos niveles productivos en términos de cantidad y calidad de forraje, tendemos a usarlo para la recría o invernada.
¿Cómo es la inserción de esta técnica en planteos de cría pura?: precisamente en la categoría de más altos requerimientos nutricionales: la vaquillona de primera parición, sea de servicio de 15, 24 “o” 27 meses.
En aquellos establecimientos donde se ha adoptado esta técnica, y se han seguido parámetros reproductivos como porcentaje de preñez al 2do. Servicio, se ha constatado, y por varios ciclos, que esta categoría, que es la más riesgosa en cuanto a su eficiencia reproductiva, ha pasado a ser la de mejores preñeces de todo el campo, destetando excelentes terneros, con muy buena producción de leche en las madres y sin que se presenten signos de hipomagnesemia.
Si ya contamos con promociones, o simplemente con potreros con abundante raigrás criollo, y queremos perennizar esta planta anual por semillazón, tenemos lo que resta de este mes de octubre para comerlo y el 1ro. de noviembre debemos cerrarlo para que semille lo más posible. La semilla caerá para fin de año, podemos volver a comer el lote en enero y, sobre fines de este mes o principios de febrero, tenemos que talar el lote o aplicar Glifosato para matar pastos que competirían con el nacimiento de semilla de raigrás caída. Si la competencia es gramilla, no se puede eludir la aplicación de Glifosato. El raigrás nacerá, y se comenzará a comer en mayo – principios de junio y hasta el 1ro. de noviembre para reiniciar el ciclo.
Se comporta como un verdeo de invierno tipo avena, con mucho menos costo, y con la posibilidad de realizarlo sobre potreros tendidos y no necesariamente sobre lomas como los verdeos de invierno convencionales.
Si no contamos con lotes ricos en raigrás criollo, y queremos iniciar un proceso de promoción, debemos aplicar Glifosato a fines de enero y sembrar o esparcir semilla de raigrás con fertilizadora al voleo en febrero, para luego continuar con el manejo descripto para casos que sí tienen buen banco de semilla.
Finalmente, una muy humilde reflexión: como Productores ganaderos debemos transformarnos en Productores de “pasto”, y luego, en función de su cantidad y calidad, se lo adjudicaremos a la categoría que creamos más conveniente.
Ing. Agr. Ignacio Rípodas
INTA Dolores
EEA Cuenca del Salado