Alberto Fernández dijo que la decisión fue suya y no de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Además, consideró que la situación financiera de la empresa “no se estaba atendiendo adecuadamente y era difícil explicar la deuda”.
En medio de la polémica generada tras el anuncio del Gobierno nacional sobre la intervención de la empresa exportadora y procesadora de granos Vicentín, el presidente Alberto Fernández defendió este martes la medida y aseguró que fue una decisión suya y no de Cristina Kirchner. Además, aclaró que es una situación “excepcional” que no se extenderá a otras compañías.
El jefe de Estado consideró también que la situación financiera de la empresa agroexportadora “no se estaba atendiendo adecuadamente y era difícil explicar por qué se habían endeudado de ese modo”.
“Empezaron a llegarme la semana pasada emisarios de esos que siempre aparecen proponiéndome hablar con los dueños de Vicentín para encontrar una solución y me pareció que eso sólo enturbiaba la decisión que nosotros queríamos tomar”, dijo Fernández.
Nos venía pareciendo que esto podía terminar resolviéndose con una compra a bajo precio de parte de una de las multinacionales que ya existen”, dijo el mandatario. E indicó que eso no le parecía bien a su gobierno porque “significaba que la Argentina perdía un operador muy importante en manos de esa transnacionalización”.
Fernández consideró que la situación financiera de la empresa agroexportadora “no se estaba atendiendo adecuadamente y era difícil explicar por qué se habían endeudado de ese modo”.
Por ello, se puso a trabajar con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, dado que la empresa nació y está radicada en esa provincia.
Luego se iniciar ese trabajo tuvo un planteo el presidente por parte de la senadora nacional por Mendoza Anabel Fernández Sagasti para avanzar con la expropiación de la compañía, que también tiene negocios en la provincia cuyana.
“Vicentín es una empresa muy importante de la exportación de granos, tiene el 13% del mercado. Es una empresa argentina en un mercado que se trasnacionaliza permanentemente de un modo preocupante para nosotros teniendo en cuenta la incidencia que tiene todo el mercado cerealero en la economía argentina”, dijo Fernández en declaraciones a radio Con Vos.
El presidente indicó que la empresa tenía un problema creciente que comenzó siendo financiero y terminó dejando a más de 2.600 productores varados, porque entregaron sus granos y no recibieron la compensación en pesos, lo que generaba una serie de conflictos en la provincia de Santa Fe.
“Vicentín tomó créditos con Bancos como el Nación, el Provincia, el Ciudad y el BICE”, precisó Fernández. Y dijo que esta vez no se avanzará con la lógica del Estado que expropia y pone un político al frente sino con la idea de que sea gerenciada con la característica que tiene una compañía como YPF, que es de capitales mixtos, que tiene el rigor de una empresa de mercado que cotiza en Nueva York.