“Estuvieron casados 48 años, y juntos 50 años, durante los cuales caminaron siempre tomados de la mano”, contó uno de los tres hijos del matrimonio.
Una pareja estadounidense murió por coronavirus. Sus últimos segundos los pasaron tomados de la mano. Sus corazones dejaron de latir con cuatro minutos de diferencia uno del otro después de 48 años juntos.
Johnny Lee Peoples, de 67 años y su mujer Cathy Darlene Peoples, de 65 años, fallecieron 2 de septiembre en el Centro Médico Regional Novant Health Rowan en Salisbury, Carolina del Norte. Lo smédicos decidieron que no habia nada que hacer, ubicaron a la pareja en la misma habitación, uno al lado del otro, se tomaron de la mano y sus ojos nunca más volvieron a abrirse.
Los instantes previos al fallecimiento fueron reconstruidos por uno de los tres hijos que tuvo el matrimonio, Shane Peoples, a la revista People.
“Todo salió mal, todo empeoró. Al día siguiente el personal médico los puso en una misma habitación, la misma habitación de la unidad de cuidados intensivos, juntaron las manos, las enfermeras se reunieron alrededor suyo y murieron con cuatro minutos de diferencia entre sí. Estuvieron casados 48 años, y juntos 50 años, durante los cuales caminaron siempre tomados de la mano”, relató conmovido.
Johnny nació el 14 de octubre de 1952 en el condado de Rowan. Fue sargento en el Ejército de los Estados Unidos y trabajó para el Departamento Correccional de Carolina del Norte. Cathy, en tanto, nació el 17 de septiembre de 1954 en el condado de Yadkin. Trabajó como proveedora de cuidado infantil preescolar, asistente de maestra en Salisbury Academy y técnica de laboratorio en LabCorp.
De acuerdo a sus allegados, Johnny era un fanático del entrenamiento de los deportes juveniles, amaba tocar música y dedicaba horas a reconstruir el árbol genealógico de los Peoples. A Cathy, por su parte, le gustaba hacer manualidades, escuchar música y jugar a las cartas. Ambos disfrutaban de largas jornadas de pesca.
“Las vidas de mamá y papá fueron robadas por un virus del que muchos bromean a diario o simplemente creen que es un engaño de algún tipo. Ambos tomaron esta pandemia en serio y aún así se enfermaron. Mis padres no fueron solo una bendición para mí, mi hermano, mi hermana, nuestros cónyuges y nuestros hijos. Fueron una bendición para todas las personas que los conocieron”, resaltó Shane en un mensaje que compartió en Facebook.