Con el inicio de agosto se conmemora el Día mundial de la alegría. Descubre por qué se celebra hoy el día de la alegría
La alegría es una de esas emociones positivas favoritas, basada en el bienestar y el gozo, que todos deseamos y apreciamos. Dada su importancia, desde 2010 cuenta con su propio día, una jornada destinada a reflexionar sobre la emoción en sí, así como a fomentar y alimentar el espíritu alegre que se manifiesta en palabras, hechos o sentimientos. Por ello, hoy, 1 de agosto, celebramos el Día mundial de la alegría, una de las emociones con mayor poder transformador en nuestras vidas.
No a todo el mundo nos hacen felices las mismas cosas, pero los expertos coinciden en apuntar que una actitud positiva y alegre ante la vida, nos aporta salud y bienestar. Con un simple gesto amable y alegre podemos contagiar nuestra alegría a nuestros semejantes, ya que, en definitiva, aunque no compartamos la misma lengua, cultura o ideas, la sonrisa es la llave universal.
El Día Mundial de la Alegría se celebra cada 1 de agosto con el objetivo de reflexionar y valorar la importancia de cultivar este sentimiento de bienestar y satisfacción que conlleva innegables beneficios para la salud.
En 2012, durante un congreso de gestión cultural en Chile, Alfonso Becerra expuso su idea de tener un día para valorar la alegría, y logró que esta sea acogida por organizaciones de diferentes países.
En una entrevista que brindó en su país Becerra dijo: “La idea surge y empiezo a desarrollarla para ver qué pasa alrededor de otras fechas, y me encuentro con la sorpresa que, por lo general, celebramos eventos que han estado relacionados con la guerra, con la sangre y con la muerte, festividades religiosas, fiestas o fechas políticas como las Fiestas Patrias, y que todo aquello que nos produce alegría o gozo parece que no hace parte de los calendarios mundiales”.
Esta fecha es celebrada por lo menos en 14 países del mundo, entre ellos Chile, Brasil y Argentina.
¿Qué es la alegría?
Expertos psicólogos definen a la alegría como una emoción pasajera que se manifiesta por medio de la risa o la sonrisa. También es cierto que la alegría provoca otras manifestaciones en nuestro cuerpo como: saltos, aplausos, bailes…La ciencia dice que estar alegre, feliz u optimista es el resultado de un proceso químico de transmisión de neuronas mensajeras “que llevan la felicidad” dentro de nuestro cuerpo, lo que produce una reducción del dolor, promueve un estilo de vida saludable y mejora el sistema inmune, alejando a las enfermedades. Sentir alegría resulta muy beneficioso: rejuvenece, reduce el estrés, baja la presión arterial y mejora el rendimiento laboral o productivo.
Como es una emoción, cada ser humano lo vive de una forma, y es subjetiva.Habrá a quienes les provoca alegría estar tumbados en una hamaca en una playa del Caribe. Y para otros, será sinónimo de hacer una buena caminata en la montaña.
Una persona alegre rinde más en su día a día, tiende a estar más sano, a superar las dificultades, y a provocar alegría a las personas que tiene alrededor.
Una sonrisa sincera o el abrazo lleno de amor, son unos de los “pequeños” detalles que la vida nos da para llenar de alegría nuestros corazones y los corazones de los demás.
Vamos a festejar la vida y celebremos que existe la alegría como generador de un gran beneficio personal y social en todas las dimensiones humanas.