Mientras el crédito puente pasa a otros acreedores, el gobierno griego descarta elecciones y crisis interna

Mientras Grecia entregaba a los acreedores 6.200 millones de euros, y el mismo día asumía deudas por 7.200 millones, su gobierno anunció que no prevé convocar a elecciones anticipadas, ni una escisión de Syriza.

Grecia transfirió hoy tanto al Banco Central Europeo (BCE) como al Fondo Monetario Internacional (FMI) 6.200 millones de dólares de deuda que tenía pendientes, mientras los bancos helenos reabrían sus puertas después de tres semanas de cierre.

El pago incluye 4.200 millones de euros para el BCE y unos 2.000 millones de euros para el FMI.
“Puedo confirmar que Grecia pagó hoy por completo sus atrasos al FMI”, confirmó el portavoz del FMI, Gerry Rice. Ahora el FMI está dispuesto a continuar con sus ayudas a Atenas, agregó.

En el caso del BCE se trata de bonos públicos que tiene la entidad por valor de 3.500 millones de euros más 700 millones en intereses.

La mayor parte del dinero restante del crédito puente otorgado por el Consejo Europeo irá también a asegurar el cobro de acreedores y poco quedará para Grecia, que asume la deuda.

Posteriormente empezará a recibir financiación bajo el nuevo programa de ayuda del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), explicó hoy un comunicado del ministerio de finanzas en Atenas.

Entretanto, los bancos de Grecia volvieron a abrir sus puertas aunque los ciudadanos siguen sin poder retirar más de 60 euros por día de los cajeros o las ventanillas y las transferencias al exterior siguen prohibidas.

Además, para los griegos hoy se encarece el costo de vida con el aumento del IVA del 13 al 23 por ciento para ciertos productos y servicios, una de las tantas exigencias de los acreedores internacionales para negociar un tercer rescate al país.

En este contexto, la nueva portavoz del Gobierno, Olga Yerovasili, explicó que “las elecciones no son útiles en este momento” en una entrevista con la agencia de noticias griega AMNA.

Consultada sobre una posible escisión de Syriza, después de que algunos de sus diputados decidieron no respaldar al Gobierno en la votación sobre las primeras medidas acordadas con los socios de la zona euro, la portavoz destacó que es algo “lógico”, pero se mostró confiada en que “la intención de todos (en el Gobierno) es no llegar a tal punto”.

Yerovasili dijo estar convencida de que el Gobierno “logrará más apoyo” en la votación del próximo miércoles en el Parlamento, que debatirá el segundo paquete de medidas acordado con los acreedores, informó la agencia de noticias EFE.

“Hay muchas razones por las que creo que no habrá tal problema y que habrá más de 120 votos”, dijo en alusión al límite de sufragios que el Gobierno se había fijado como necesario para continuar adelante. Syriza cuenta con 149 diputados y llegó al poder tras vencer en las elecciones del pasado enero.

Respecto al acuerdo con los socios del euro, la portavoz explicó que lo que hubo que hacer fue “dar la vuelta justo antes del acantilado y eso es lo que hicimos”, dijo.

“Al otro lado, había una quiebra desordenada por el ‘Grexit’ (la salida de Grecia del euro) y todo lo que implica, en mi opinión, no era manejable. Así que fue un paso obligatorio y una respuesta a un dilema muy duro y bajo chantaje”, recalcó.

Los controles de capitales se mantienen para evitar una temida fuga masiva de fondos. El viernes los clientes podrán retirar de una sola vez 300 euros en caso de que en los días anteriores no hayan extraído dinero. La semana próxima la cifra se elevará a 420 euros (equivalente 60 euros por 7 días).

Frente a la mayoría de las entidades se formaron largas colas de clientes desde primera hora, señaló la agencia de noticias DPA.

A partir de hoy los griegos también tienen acceso sin controles previos a sus cajas de seguridad en los bancos. Las entidades financieras estaban cerradas desde el 29 de junio.

El Banco Central Europeo (BCE) anunció la semana pasada que aumentaba su línea de crédito de emergencia para los bancos griegos a 900 millones de euros.

El aumento del IVA se aplica a productos como carne, embutidos y pescado procesado. También sentirán el cambio los turistas, pues suben los precios de la comida en tabernas y bares y más adelante se encarecerán las tarifas de metro y ferry.

El miércoles el Parlamento griego tiene que aprobar más reformas, en este caso para acelerar los procesos judiciales y poner en marcha la regulación para sanear los bancos y desmembrarlos en entidades separadas.

En tanto, y en previsión de esa sesión, los nuevos ministros de Energía y Trabajo de Grecia hicieron hoy un llamamiento a la unidad del partido gobernante Syriza.

“El Gobierno se enfrenta a una votación crítica, es necesario mantener la unidad y evitar la crítica agresiva”, destacó el ministro de Energía, Panos Skurletis, en el traspaso de poderes.

Las disidencias en el grupo parlamentario durante la votación de las primeras medidas condujeron el viernes pasado a una remodelación del Gobierno, en la que el primer ministro, Alexis Tsipras, sustituyó a los miembros díscolos.

Skurletis, uno de los estrechos colaboradores de Tsipras, dejó la cartera de Trabajo en manos de Yorgos Katrugalos, quien hasta ahora dirigía un viceministerio, para asumir la titularidad de Energía sustituyendo a Panayotis Lafazanis, de la corriente radical.

“Lo que se ha confirmado es que la relación de fuerzas determina el resultado y nosotros nos hemos visto obligados como Gobierno y como país a llevar a cabo un acuerdo que sabemos que no nos representa”, admitió Skurletis, que añadió que el Gobierno tiene que ser capaz de “paliar en la medida de lo posible las consecuencias de la austeridad”.

Respecto a las promesas hechas como ministro de Trabajo, como subir el salario mínimo y restaurar los convenios colectivos, Skurletis afirmó que se mantendrán como objetivos y confió en que, con el apoyo de los sindicatos europeos, acabarán saliendo adelante.

Hasta ahora, sin embargo, uno de los elementos más dramáticos en la relación de fuerzas entre Grecia y las instituciones acreedoras fue la tibieza, el desinterés o incluso la hostilidad de los sindicatos y gobiernos de centroizquierda del resto de Europa.

Katrugalos llamó a mantener “la unidad de la izquierda en esta batalla, a pesar de que existan, obviamente, diferentes puntos de vista”.

http://www.telam.com.ar/notas/201507/113376-grecia-troika-union-europea-crisis-alexis-tsipras.html

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