Los dos juegos de cartas más emblemáticos del universo del gambling atraen a diversos perfiles de usuarios por su distinta naturaleza, ya que no solo tienen unas reglas y una mecánica de juego particulares, sino que también exigen destrezas diferentes del jugador, más matemáticas en el caso del blackjack y de habilidad psicológica en el del póker
El blackjack y el póker tienen en común ser dos juegos legendarios de casino que utilizan un tipo similar de baraja, pero más allá de estas similitudes divergen radicalmente en cuanto a funcionamiento y estrategias, por lo que deparan experiencias de juego totalmente distintas. A continuación, profundizamos en las diferencias entre ambos.
1-Funcionamiento, objetivo y número de jugadores
La meta del blackjack es conseguir una mano que sume 21 puntos, o se acerque lo máximo posible a esa cifra, mientras que en el póker es ligar la mejor combinación de cinco cartas, o bien hacer que los rivales se retiren, dependiendo también de la variante que se trate. Precisamente el jugar contra otros jugadores es otra diferencia sustancial de este último con respecto al primero, que se dirime frente a un croupier, que en el caso del blackjack online sería virtual, a menos que sean partidas en vivo, un formato cada vez más extendido por la aceptación que goza entre los usuarios.
Así el blackjack, aunque se pueda jugar en una mesa con otros participantes, sería fundamentalmente un juego individual frente a la banca, en contraste con el póker, donde los jugadores compiten entre sí, pudiendo participar simultáneamente hasta 10 usuarios, en un límite que viene determinado por las posibilidades que ofrece la propia baraja.
2- Estrategia
En el blackjack la estrategia está sujeta a las tablas de probabilidad, que establecen cuándo resulta recomendable pedir carta, doblar, plantarse… Por ello, a lo largo de la historia han proliferado diversos métodos de conteo desarrollados por expertos, de adopción difícil por su complejidad, ya que a fin de cuentas estos sistemas requieren una concentración profunda, una gran memoria y la habilidad de actuar de manera discreta para no llamar la atención de crupieres y vigilantes, al tratarse de una práctica prohibida en los casinos físicos. En los digitales no tendría razón der ser, dado que las cartas se barajan después de cada mano, y se reparten mediante un generador aleatorio de números (RNG).
En el póker, por su parte, la estrategia tiene muchos más matices, al poder variar en función de las cartas ligadas, la posición que ocupe el jugador en la mesa con respecto a la mano, el background que haya tenido la partida y la lectura que se efectúe de los oponentes.
A todo ello, se añaden las consideraciones tácticas, que pueden llevar a un jugador a adoptar una actitud más conservadora a la espera de ir en volandas de las cartas que ligue en un momento de la partida, o más arriesgada, hasta el punto de marcarse faroles para ahuyentar a sus rivales y ganar.
3-Matemáticas vs psicología
Así, el blackjack sería un juego de toma de decisiones con base a la probabilidad matemática, mientras que en el póker habría una importante vertiente psicológica, para tratar de penetrar en la mente del contrincante con base a la lectura de su juego, para deducir que estrategia sigue, y poder interpretar qué está haciendo o anticipar qué va a hacer, las cartas que puede llevar, si va de farol o si se echará para atrás ante uno que se le intente colar o lo verá…
Incluso, hay jugadores que tratan de leer las cartas del rival por su lenguaje corporal, lo que requiere unas profundas habilidades psicológicas. Con todo, muchos profesionales del póker para no dar ninguna pista a sus adversarios en las competiciones suelen cuidar mucho su gestualidad, y llegar gafas de sol para que la expresividad de la mirada no les traicione.
4- Experiencia online
En lo que respecta a la mecánica de juego en las plataformas de casino online, en el caso del blackjack se puede jugar tanto con un crupier automatizado, como contra crupieres humanos en vivo, en aquellos portales que tienen la opción live dentro de su oferta. Y en el póker se juega contra otros usuarios de manera similar al juego físico, pero sin poder contemplarlos, y por tanto captar su lenguaje no verbal.
En cualquier caso, ya se opte por el el póker o el blackjack online sería fundamental elegir casinos con licencia, ya que la elección de sitios confiables es siempre clave para la prevención de delitos digitales, que como sabemos suponen un problema al alza.
5-Facilidad de aprendizaje
Aunque el Blackjack tiene su profundidad al entrar en liza la probabilidad matemática, ofrece un grado menor de dificultad que el póker, que tiene una naturaleza más adaptativa al dirimirse contra otros jugadores que siempre tendrán habilidades y estrategias cambiantes.
Pero en definitiva, ambos juegos brindan experiencias emocionantes e interesantes, por lo que depende ya de las preferencias de los usuarios el decantarse por uno u otro o alternarlos…