El abogado del rugbier, Francisco Oneto, habló con TN y contó qué piensa y cómo vive en la cárcel el condenado a perpetua por el homicidio del joven.
La confirmación de que Máximo Thomsen, uno de los jóvenes condenados a perpetua por el homicidio de Fernando Báez Sosa, le pedirá a la Justicia declarar nuevamente tras el fallo del Tribunal de Casación Penal generó un revuelo en el grupo de los ocho rugbiers detenidos.
Thomsen es el primero que rompe el pacto de silencio, para algunos impuesto por Hugo Tomei, el abogado que defendió a todo el grupo durante el juicio. Un mutismo general que, para muchos de los detenidos, lejos de beneficiarlos, los perjudicó.
Su abogado, Francisco Oneto, confirmó que el detenido tiene acceso a un celular y se mantiene informado en relación a lo que se dice, cuenta y escribe sobre él y sus compañeros en los medios. “No soy un monstruo”, es la frase que repite Thomsen y replica su nuevo defensor.
“Dudo que tenga redes sociales, sinceramente no lo sé”, sostuvo Oneto, que confirmó que irá a ver al joven a Melchor Romero durante los primeros días de esta semana. “Sí me dijo que su alojamiento es bueno. Fue la primera pregunta que le hice: cómo estaba. Yo necesito que él esté bien, en óptimas condiciones para poder trabajar tranquilo”, agregó.
“Él lee todo lo que se dice en los medios y niega ser el monstruo que se ha construido públicamente”, indicó Oneto. Ante la consulta de si él hubiese permitido que Thomsen dé notas durante la etapa de juicio, respondió: “Los medios influyen en el proceso y se les debe dar la debida atención”.
A su vez, opinó acerca de la estrategia de Tomei, que escogió una defensa conjunta sin permitir que ellos ni sus familiares brindaran entrevistas: “No tengo certezas de por qué fue de ese modo. Sí creo que si los defendían distintos abogados los hechos se podrían haber reconstruido de manera distinta. Esa decisión hubiese contribuido a que se conociera toda la verdad”.
“La convivencia sigue siendo buena”. TN consultó si hubo discusiones entre ellos luego de que Thomsen y Matías Benicelli decidiesen abandonar a Hugo Tomei y contratar nuevos abogados.
“Se generaron discusiones lógicas porque llevan más de cuatro años presos y recluidos en un mismo sitio. Después de las condenas tuvieron muchas charlas en donde se dijeron un montón de cosas”, explicaron.