Tras haber leído el cuadro con el aumento de los salarios de los funcionarios municipales, desde el intendente al resto de los cargos ejecutivos, que prevén será aprobado en el Concejo Deliberante, no podemos más que sentir impotencia y desazón. En efecto, sentiremos una profunda desazón e impotencia de sólo pensar que el HCD pueda aprobar un despropósito semejante, prácticamente un agravio para los magros salarios de una canasta familiar básica, o de un empleado municipal cuyos ingresos están lejos de redondear los 10 mil pesos mensuales.
Aun cuando la trayectoria del poder legislativo comunal demuestre lo contrario, todavía creemos en el buen tino de nuestros concejales. De lo contrario, una vez más demostrarán ante la ciudadanía que con su voto confió en verse representada por ellos, que no están a la altura de la responsabilidad cívica que les fue encomendada. ¿Con qué cara podrán responderle a los miles de votantes que el fiasco de las termas, los problemas ambientales, la ausencia de información pública, la pretensión de arancelar la salud pública, han sido todos obra de la casualidad, que ellos no tuvieron nada que ver?
Pero el sol no se puede tapar con el dedo por mucho tiempo. La máscara del Primer Pueblo Patrio se va desgarrando poco a poco y el barco empieza a hacer agua por todos lados aun cuando los guardianes del status quo pretendan hacernos creer lo contrario. Hasta ahora han sido muy pocos los valientes que se han animado a denunciar la corrupción, en especial los empleados municipales que, desde el espacio sindical, han alzado su voz sin temor a las represalias.
Desde el Partido Socialista, a pesar de no contar con representatividad en el Concejo Deliberante, hemos presentado el proyecto de banca ciudadana para que el pueblo tenga voz en el HCD. Ningún concejal lo tomó. De hecho, hasta hoy, nunca fue tratado.
Hace unos pocos días, también los socialistas frenamos el intento aberrante de arancelar la salud pública. Y varios años atrás, un grupo de vecinos defendimos los árboles del parque del Museo Libres del Sur que hoy siguen en pie a pesar de los agravios por parte de las autoridades municipales.
Sabemos que las transformaciones sociales, históricamente, no surgieron de las mayorías por el contrario, han sido el resultado de una lucha desigual encarada por las minorías. Pero una gota, una tras otra, tarde o temprano, horadarán la piedra.
La transformación no va a llegar algún día, la transformación ya está aquí, entre nosotros.
Es la hora de la gente.
Porque el poder es ciudadano. Ellos están en el poder gracias a legitimidad de los votos. Pero, por la misma vía podrán perderlo.
No lo olvidemos.
Verónica Meo Laos
Partido Socialista Dolores
